Según numerosos informes e historias que se han publicado a través de los años, entre los muchos alegados secretos que el Vaticano tiene, hay un dispositivo llamado Cronovisor.
El dispositivo permite a su usuario observar eventos pasados así como futuros. Muchos creen que este dispositivo es uno de los más grandes secretos guardados que la humanidad haya tenido jamás. Algunos incluso creen que es una «herramienta» crucial que ha permitido al Vaticano preservar su influencia y poder a través de los años.
Desde que H. G. Wells compuso su novela ‘The Time Machine’, muchas personas han quedado fascinadas por la idea de viajar en el tiempo. Incluso la Física Teórica sueña con la posibilidad de hacer que funcione algún día. Todo lo relacionado con el viaje en el tiempo de hoy está relacionado con la ciencia ficción, o al menos así parece.
Curiosamente, el 2 de mayo de 1972, un periódico italiano sorprendió al mundo cuando publicaron un artículo con un titular provocativo: Una máquina que fotografía el pasado finalmente se ha inventado.
El artículo de noticias indicó que decenas de científicos crearon un artefacto que les permitió fotografiar el pasado, e incluso atestiguan importantes relatos históricos directamente relacionados con Jesucristo.
El supuesto dispositivo -que según muchos no es más que ciencia ficción- fue construido en la década de 1950 por un equipo de científicos dirigidos por el padre Pellegrino María Ernetti, un físico italiano que eventualmente se convirtió en sacerdote.
Se cree que el equipo recibió la ayuda importante del premio Nobel Enrico Fermi y el famoso científico de cohetes Wernher von Braun.
El Cronovisor es un objeto relativamente pequeño que está equipado con una serie de antenas y está compuesto enteramente de aleaciones de metales preciosos, tubos de cátodo, algunos diales y palancas.
Los informes del Padre Ernetti sugieren que quienquiera que utilice el dispositivo es capaz de capturar y registrar lugares específicos, eventos importantes y seguir en la historia a personas notables.
Incluso se dice que en las condiciones perfectas, el dispositivo ofrece a su usuario la capacidad de prever lo que iba a suceder en un futuro próximo.
Sin embargo, el padre Ernetti siguió siendo reservado e indicó que él no era libre de revelar más detalles sobre el Cronovisor.
No obstante, reveló que el Cronovisor trabajó «… procesando la radiación electromagnética residual que quedan por numerosos procesos …»
Según numerosos informes, el Padre Ernetti utilizó el Cronovisor para presenciar importantes acontecimientos históricos, siendo el más notable la crucifixión de Cristo.
No obstante, el padre Ernetti reveló que gracias a esta invención había logrado presenciar la destrucción de Sodoma y Gomorra, y otros acontecimientos históricos importantes como la fundación de Roma en 753 a.C.. Además, gracias al Cronovisor, el padre Ernetti pudo recomponer la obra desaparecida «Tiestes», escrita por Ennio Quinto y representada en Roma en 169 a.C. en su versión original, y el texto original de las dos tablas de piedra escritas por Dios (Éxodo 24:12) que fueron dados a Moisés en el Monte Sinaí, aparte de presenciar a gente como Napoleón, el filósofo romano Cicerón y otros grandes y trascendentales episodios históricos y bíblicos.
El sacerdote francés François Charles Antoine Brune fue uno de los primeros en enterarse del Cronovisor.
Según el padre François, conoció al padre Ernetti en los años 60 cuando viajaban por el Gran Canal de Venecia. Como los dos eran expertos en lenguas antiguas, comenzaron a hablar sobre la Biblia y su interpretación a través de los años.
El Padre Brune estaba muy intrigado cuando el padre Ernetti le reveló que había una máquina que podía responder a todas las preguntas relacionadas con la Biblia.
Cuando el Padre François le preguntó por la Máquina, el Padre Ernetti describió el Cronovisor, diciendo que era un dispositivo que funcionaba como un televisor, pero en lugar de recibir transmisiones de estaciones locales, el Cronovisor podia sintonizar el pasado y permitir al espectador «Ver y oír» acontecimientos que habían ocurrido siglos antes.
Ernetti le dijo a Brune que la máquina funcionaba detectando imágenes y sonidos que la humanidad había «creado» y que estaban «flotando» en el espacio.
Se dice que este intrigante dispositivo y el proyecto detrás de él fueron cancelados por el Vaticano pero no destruidos. Algunos creen que el Cronovisor se encuentra en algún lugar del Vaticano, escondido en una de las muchas cámaras, escondido de la sociedad.
Sin embargo, hay otras versiones que sugieren que el padre Ernetti y su equipo decidieron desmontar voluntariamente el dispositivo porque, puesto que podía sintonizar en cualquier lugar y en cualquier momento del pasado, si caía en manos equivocadas podría crear la «más espantosa dictadura que el mundo jamás haya visto».
Curiosamente, antes de que el padre Ernetti muriera en abril de 1994, escribió una carta en la que INSISTIÓ que el artefacto era real y no era un engaño como muchos creían.
El padre Ernetti afirmó que la supuesta fotografía que el cronovisor había capturado de Jesucristo en la cruz, mostrando la triste cara de un hombre barbudo mirando hacia los cielos era real, aunque algunos críticos argumentan que la imagen era una reproducción de una estatua de Jesús en una iglesia en Perugia.
Los críticos también afirman que el supuesto texto que el dispositivo logró observar de «Thyestes» incluía palabras latinas que no existían en el momento en que se hizo.
En 1994, el padre Ernetti también dijo que «el papa Pío XII nos prohibió revelar cualquier detalle sobre este dispositivo porque la máquina era muy peligrosa. Puede contener la libertad del hombre … »
Sin embargo, en 1988, el Vaticano emitió un decreto en el que advirtió que «cualquiera que use, un instrumento de tales características sería excomulgado». Según muchos, esto era una advertencia innecesaria ya que según ellos el Cronovisor nunca existió.
Entonces, ¿por qué emitir una advertencia si era sólo otro engaño?
Si el cronovisor existiera y fuera posible producirlo en masa tal como un televisor común, o disponer de él tal como ahora a una computadora personal con acceso a Internet, desparecería la privacidad para siempre, pero también podrían ser esclarecidos la inmensa mayoría de los crímenes sin resolver y la comisión de delitos se haría mucho más complicada.
Isaac Asimov abordó en la ficción la existencia de un dispositivo tal en su relato largo «El pasado muerto» (1956)
https://es.wikipedia.org/wiki/El_pasado_muerto
Roberto Alcoba :esto es pzicoimagen.nada nuevo.