Verano de 1943. En plena Segunda Guerra Mundial, un acorazado estadounidense puso a prueba una tecnología diseñada por el mismísimo Einstein y logró volverse invisible y teletransportarse. Eso es, al menos, lo que dicen algunos teóricos de la conspiración. Esta es la verdadera historia del USS Elridge, el barco que “viajó en el tiempo”..
La leyenda del Proyecto Arcoíris
Lo que popularmente se conoce como Experimento Philadelphia, alude a un supuesto oscuro programa de la marina estadounidense llamado Project Rainbow. La leyenda urbana dice que los militares estaban probando un generador de campos electromagnéticos con el que trataban de buscar aplicaciones prácticas a la teoría de campo unificado propuesta por Albert Einstein. Dicho en una frase: pretendían lograr la invisibilidad.
Técnicos privados que no sabían lo que estaban instalando dotaron de dos potentes generadores, decenas de metros de cable eléctrico alrededor del casco y otros complejos dispositivos electrónicos al USS Elridge, un acorazado de 93 metros de longitud. El 22 de julio de 1943 tuvo lugar el primer supuesto experimento. Los generadores activaron un campo electromagnético que hizo desaparecer el acorazado de la vista durante unos minutos rodeado de una niebla verdosa. Algunos marineros se quejaron de fuertes nauseas provocadas por la prueba.
El equipamiento se reajustó y el 28 de octubre tuvo lugar la segunda prueba. Esta vez, todo el barco desapareció completamente y apareció en la base de la marina en Norfolk, a 600 kilómetros de distancia y 15 minutos en el pasado. Allí fue avistado durante ese tiempo. Después de eso desapareció de nuevo en medio de un relámpago azul para regresar a Philadelphia.
Declaraciones oficiales de la marina
Según la leyenda urbana, las consecuencias de este segundo experimento fueron tan devastadoras para la tripulación que la Marina decidió cancelar el proyecto. La mayor parte de los marineros desarrolló esquizofrenia y algunos perdieron completamente el juicio. Muchos fueron heridos de gravedad al materializarse, y otros, menos afortunados, se fusionaron horriblemente con el casco del barco. Algunos se desvanecieron días después del experimento y nunca volvieron a aparecer.
Esta es, a grandes rasgos, la truculenta historia perpetuada por teóricos de la conspiración, ufólogos y algunas películas de ciencia-ficción. La marina siempre ha negado la existencia del experimento Philadelphia. En un comunicado hecho público en noviembre del año 2000, la Oficina de Investigación Naval de la Marina (ONR por sus siglas en inglés) negaba completamente la existencia de ningún programa de invisibilidad o teletransportación, así como la implicación de Einstein. En un resumen de la nota publicada por Naval History & Heritage, se dice:
La Oficina de Investigación Naval (ONR) ya ha explicado que el uso de campos de fuerza para hacer que un barco y su tripulación sean invisibles no se ajusta a las leyes conocidas de la física. La ONR también asegura que la teoría de campo unificado del Dr. Albert Einstein nunca ha podido completarse.
Entre 1943 y 1944, Einstein trabajó como asesor a tiempo parcial para la marina en investigación teórica de explosivos y explosiones. No existe evidencia de que Einstein haya trabajado en nada relacionado con invisibilidad o teletransportación.
Efectivamente, la teoría de campo unificado, fue un concepto acuñado por Einstein cuando intentó explicar el campo gravitatorio y el campo electromagnético mediante una sola teoría unificada. Nunca lo logró, pero a muchos no les importa que las leyes de la física echen por tierra una buena historia.
Las cartas de Carlos Allende
¿Cómo salió a la luz entonces el Experimento Philadelphia? La respuesta es a través de una serie de cartas enviadas por Carl Meredith Allen bajo el pseudónimo de Carlos Miguel Allende. Supuestamente, Allen era un marino mercante que vio desaparecer al USS Elridge desde su propio barco, el SS Andrew Furuseth.
Con una prosa un tanto peculiar y abundantes faltas de ortografía, Allen describía el supuesto experimento de teletransportación en una correspondencia mantenida con el escritor y ufólogo Morris Jessup. Aunque el marino nunca aportó ninguna prueba fehaciente de lo que decía, Jessup quedó fascinado por el relato y lo incluyó en un libro titulado El Caso de los OVNIS (The Case For The UFO). Jessup no logró repetir el moderado éxito de este libro y se suicidó cuatro años más tarde. Las circunstancias alrededor de su muerte alimentaron aún más la teoría de que el experimento existió y de que el gobierno lleva desde entonces tratando de encubrirlo. La leyenda urbana del experimento Philadelphia había nacido oficialmente.
La verdad sobre el Experimento Philadelphia
El Experimento Philadelphia es una complicada mezcolanza de la febril imaginación de Allen, la credulidad de Jessup, hechos reales y habladurías de marineros. Lo primero que no concuerda son las fechas. Los registros oficiales aseguran que el USS Elridge fue botado el 25 de julio de 1943, dos días después del supuesto primer experimento. Entró oficialmente en servicio en el Astillero Naval de Nueva York el 27 de agosto de 1943.
Lo que si es cierto es que, en los años 40, la marina estadounidense experimentaba con invisibilidad. Por supuesto, no era invisibilidad a simple vista. El USS Elridge y su gemelo, el USS Engstrom se dotaron de un nuevo sistema que rodeaba todo el casco con cables eléctricos. La técnica se llamaba Degaussing, y su objetivo era reducir el campo magnético del buque para evitar que este fuera un blanco fácil de las minas y torpedos magnéticos usados en los submarinos nazis. La técnica se volvió muy popular en los 40 y se llegó a aplicar a barcos militares y civiles por igual.
Como explica Edward Dudgeon, uno de los marineros a bordo del USS Elridge, el sistema de degaussing lo instalaban contratas externas. El no saber exactamente qué era lo que estaban instalando unido a las chanzas de los marineros que hablaban de un sistema para “hacer invisible al barco” era suficiente para disparar las habladurías. A ello se sumaba el hecho de que el navío sí que llevaba equipamiento experimental secreto. Se trataba, concretamente, de un nuevo tipo de sonar y de un sistema para sembrar cargas de profundidad llamado Hedgehog.
El “relámpago” del que se habla en la leyenda urbana sobre el experimento Philadelphia puede ser algo tan simple como la descarga de plasma ionizado conocida desde hace tiempo como fuego de San Telmo.
En cuanto a la misteriosa desaparición del USS Elridge, Dudgeon explica que el origen de esa parte de la leyenda urbana se debe a un incidente en la base de Norfolk. El Elridge recaló en la base para aprovisionarse, pero pronto soltó amarras y volvió a Philadelphia, a donde llegó en menos de seis horas. Según las cartas de navegación de la zona, esa travesía era imposible porque había que dar un gran rodeo para evitar submarinos alemanes y campos de minas. En realidad el navío utilizó el canal Chesapeake & Delaware, que permite saltarse el rodeo a la península.
Dudgeon explica como hasta su salida y la de un compañero por la puerta de atrás durante una pelea de taberna alentó los rumores de marineros del USS Elridge que desaparecían. Ni Edward Dudgeon ni su compañero de barra tenían edad para beber, y cuando estalló la pelea, la tabernera les sacó por la puerta de atrás para evitar problemas con las autoridades. Para muchos, todo el relato de Dudgeon es la tapadera de un loco experimento.
El 15 de enero de 1951, el USS Elridge fue transferido a Grecia, donde sirvió con el nombre de León. El navío abandonó el servicio en 1999, y terminó sus días pacíficamente en un desguace. De poco sirvió para atenuar la leyenda del Experimento Philadelphia el que un grupo de veteranos del USS Elridge ofreciera una entrevista en 1999 en la que comentaban divertidos la historia. Los más fantasiosos prefieren creer que la marina de Estados Unidos logró, en un delirante combo pseudocientífico, la invisibilidad, el teletransporte y los viajes en el tiempo, pero decidió no seguir adelante porque algunos marineros murieron.
Caso Cerrado.
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