George Orwell fue uno de los escritores ingleses más críticos y más reconocidos de la historia. Entre todas sus novelas, sin duda, las más famosas son ‘1984’ y ‘Rebelión en la granja’. ¿Tiene Orwell alguna relación con lo que ocurre en nuestros días? Mira el vídeo a continuación:
En este caso, nos centramos en ‘1984’, donde Orwell plantea una sociedad que se encuentra terroríficamente vigilada por distintos mecanismos de invasión a la privacidad, donde una especie de dictador llamado «el Gran Hermano» controla desde la forma en la que actúan las personas hasta la forma en la que piensan. Lo más preocupante de ésta novela de Orwell es que, aunque fue publicada en 1949, sigue estando vigente en nuestros dias, y nuestras sociedades son cada vez más siniestramente parecidas.
Muchos analistas detectan paralelismos entre la sociedad actual y el mundo de 1984, sugiriendo que estamos comenzando a vivir en lo que se ha conocido como sociedad orwelliana, o sea, una sociedad donde se manipula la información y se practica la vigilancia masiva y la represión política y social. El término «orwelliano» se ha convertido en sinónimo de las sociedades u organizaciones que reproducen actitudes totalitarias y represoras como las representadas en esta novela.
Un investigador norteamericano llamado David Goodman, puntualizó 137 previsiones concretas hechas por Orwell en su libro, de las cuales alrededor de cien se han cumplido. Extrapolando la ficción de 1984 a la realidad geopolitica actual, ciertos partidos radicales desean y cuentan con ambiciones semejantes a las del Partido descrito por Orwell, y algunos líderes tienen perfiles de ese Gran Hermano. Orwell vaticinó que con el desarrollo de la televisión, la vida privada tocaría a su fin tal como ha ocurrido. Las telepantalllas del siglo XXI son, evidentemente, incapaces todavía de leer nuestro pensamiento, pero sí de adoctrinarlo siguiendo las consignas gubernamentales. La lucha por dominar la televisión revela hasta qué punto el poder precisa de tan útil instrumento para lavar los cerebros.
«Si quiere una imagen del futuro, imagine una bota pisando un rostro humano» George Orwell
Vigilancia extrema
Si es que existe un artefacto icónico de la sociedad orwelliana ese es sin dudas la cámara de seguridad. Su capacidad para vigilarnos constantemente y el poder que le brinda al Estado para estar al tanto de prácticamente todo lo que hacen los ciudadanos es lo que las hace tan polémicas. Sin embargo, las cámaras no son las únicas herramientas: todo lo que hacemos en nuestros ordenadores y en nuestros móviles está siendo constantemente monitoreado por diferentes algoritmos estatales y de empresas privadas que desean saberlo todo. Siempre estamos siendo vigilados.
La amenaza del exterior
Existe una realidad demostrada a lo largo de la historia y es que los pueblos suelen unirse cuando tienen un enemigo en común. En la novela orwelliana ninguno de los continentes involucrados en la guerra desea terminarla pues les permite controlar a sus miembros y tener una excusa decente para hacerlos vivir en la miseria. En nuestra época la consigna es distinta pero bien parecida. Los ataques de falsa bandera son cada vez más normales y los distintos gobiernos mundiales parecen estar creando enemigos imaginarios para obtener una excusa y seguir asesinando personas con el aval de los ciudadanos consumidos por el miedo y el estado de alerta.
La Propaganda
Lo que caracteriza a la sociedad en la que vivía Wilson, el protagonista de ‘1984’, era la obligación que tenían las personas de recibir publicidad estatal en todo momento para generar adhesión, fanatismo y fidelidad al ‘Gran Hermano’. La publicidad de las empresas estatales o de los propios gobiernos con sus discursos y pidiendo el voto, ya no sólo durante las elecciones, sino todo el año, también forman parte del sistema.
La historia modificada
En la novela, una práctica de lo más común era el reescribir la historia para hacerla funcional a los intereses gubernamentales. Esta práctica bien puede ser asociada a la famosa frase «la historia la escriben los vencedores». En la época en la que vivimos solemos conocer la realidad oficial de casi todos los sucesos históricos aunque en muchos casos no podamos estar seguros de que sea verídico. Los medios de prensa como la televisión y los periódicos políticos son una gran herramienta para contar la historia que se quiere contar. La realidad es como la señaló Orwell, «una vez que todos quienes vivieron un suceso han muerto, a efectos prácticos la historia que se encuentra en los libros pasa a ser la verdadera.»
El doblepensar
Si hubiera que definir al doblepensar se podría decir que es el fenómeno mediante el cual las personas son capaces de sostener en su mente 2 ideas contradictorias. En este caso se pueden señalar muchos ejemplos, desde corrientes ideológicas hasta corrientes políticas que promueven una cosa y hacen otra o que sostienen ideas que se contradicen entre sí mismas. La herramienta del doblepensar es una herramienta importante para los gobiernos debido a que les permite ejercer un engaño consciente, donde las personas son capaces de sostener razonamientos incoherentes, sin que eso parezca ser importante.
Entre varios de los mecanismos orwellianos también podemos encontrar a la ‘neolengua’. Este mecanismo perseguía como objetivo el evitar que las personas cometieran «crímenes del pensamiento». Esta práctica se puede relacionar a lo que actualmente conocemos como «lenguaje políticamente correcto», donde la lengua muchas veces es modificada para promover ideas o conceptos que no estaban en su significado original, tratando de transmitir mediante la comunicación distintas lineas de pensamiento.
Por último, hay que añadir que las propias personas somos sin duda alguna, la base del sistema orwelliano. Por un lado en la sociedad descrita por Orwell, la gran parte de la sociedad aceptaba al sistema opresor, promoviéndolo y protegiéndolo de quienes estaban en contra. Las personas terminaban aceptando el sistema opresor y estando de acuerdo con su existencia. En la época actual, los diferentes sistemas opresores (como puede ser el machismo o el conservadurismo), cuentan con millones de adeptos que además se encargan de agredir a quienes se posicionan en contra.
Este sistema también es conocido como «la opresión del oprimido sobre el oprimido». Esto es bastante similar a un mecanismo de la sociedad orwelliana llamado «los 2 minutos de odio», donde las personas se juntaban a criticar e insultar a un alto mandatario para dejar salir su frustración. En la actualidad las personas se congregan en Facebook, Twitter, etc.. y además de insultar a los gobernantes, se dedican a criticar a quien tiene un punto de vista diferente, o personas que intentan despertarlas de este estado «durmiente».. ¿Entiendes ahora que estamos viviendo en sociedades orwellianas? ¿O crees que estoy siendo exagerado? (Anakim Pérez)
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