Si la teoría de la materia oscura es cierta, ya tenemos fecha para la destrucción del universo. Las estimaciones dan la cifra dentro de veinte mil millones de años. Y es que, a pesar de tantas predicciones que pasan a ser obsoletas y absurdas en la mayoría de los casos, esta predicción del fin del mundo, es la única constituida por la ciencia.
Pocos han oído hablar de ella, sin embargo, la energía oscura constituye el 74% del total de la energía del universo. Y sus efectos, como la aceleración meteórica de la expansión del universo, es menos conocida todavía. Esta energía actúa de forma contraria a la energía gravitatoria. Es decir que, si esta última atrae, la energía oscura repele.
Además, de la misma forma que un cuerpo cuanto más acerca al suelo más velocidad adquiere, la energía oscura hace que cuanto más se aleja del cuerpo, con más velocidad se expande. Solo que, en este caso, no hay nada que lo frene, por lo que las consecuencias se pueden adivinar. Y esas consecuencias tienen un nombre: El “Big Rip”, o teoría del gran desgarramiento.
Ésta predice la desaparición del universo como consecuencia de la energía. Energía que es lo suficientemente potente para empezar a separar un área de otra, haciendo que el universo se expanda a gran velocidad. Esto ya está sucediendo, así lo corrobora el Galaxy Evolution Explorer, entre otros.
A medida que las galaxias se separan entre sí a gran velocidad, la fuerza de gravedad de éstas empieza a debilitarse, con lo que el siguiente paso sería que las estrellas empezarían a quedarse aisladas. La expansión del universo seguiría acelerándose aún más, siendo la consecuencia de que los sistemas solares, los planetas y sus satélites, dejaran de estar cohesionados.
Poco a poco, el universo se vería sometido a una glaciación universal, ya que, al estar tan separadas entre sí las fuentes de energía (tales como estrellas, nebulosas, etc.), se irían consumiendo y, por lo tanto, congelando. Sabemos que el universo en sí es un lugar frío y hostil, donde las temperaturas bajo cero son del todo imposibles para la vida. Cuanto menos si las fuentes de energía desaparecen. La expansión acelerada del universo es su propio fin.
La velocidad de expansión sería aún mayor y todo lo que conocemos en apenas unos minutos se desgarraría quedando en simples átomos, los cuales al final se desgarrarían, Quedarán tan solo partículas subatómicas flotantes que permanecerían eternamente separadas, sin cohesión gravitatoria y sin ningún tipo de energía. Por lo que, todo lo que nace ha de morir. Y nuestro propio universo no se libra de su propio fin. Pero, ¿será el universo una fuente renovable?
Al fin y al cabo, la teoría del Big Bang es aún hoy en día muy compleja, ya que no explica cómo el universo pudo expandirse de tal modo desde un solo punto de simplicidad. Y hay teorías que apuntan que el Big Bang, no es sino un “agujero blanco”, que, al contrario del agujero negro, sería el punto por donde se expande toda la energía que el agujero negro absorbe. Sin duda, el universo sigue siendo nuestro gran misterio.
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Miguel Á. Fuentes
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