Un análisis genético dirigido por la Universidad de Harvard concluye que los hombres nativos de la españoles, o más bien de la Península Ibérica, fueron exterminados tras una invasión hace 4.500 años.
De esta forma, los invasores se convirtieron en los únicos en dejar descendientes, tras mezclarse con las mujeres de la Península Ibérica, sostiene David Reich, de la Harvard Medical School en Boston, Massachusetts, que presentó estos resultados en el evento New Scientist Live en Londres, este fin de semana.
Los invasores procedían de la misteriosa cultura Yamna, originaria del Caucaso y el litoral norte del Mar Negro. Esta era una cultura del final de la Edad de Cobre y principios de la Edad de Bronce (3600-2300 a.C.), cuya denominación proveniente de la palabra rusa iamna que significa ‘hoyo’, es decir, una simple tumba en un pozo. Los yamna no solo usaban metales en el hogar y en la guerra, sino también tenían vehículos con ruedas que les permitieron expandirse más eficazmente.
En cuanto a su físico, tenían ojos marrones, una nariz muy prominente, una frente fuertemente inclinada y llamativas cejas. «Aquellos invasores se desplazaron por un vasto territorio desde Mongolia a Hungría y Europa, y son los contribuyentes primarios más importantes a los europeos de hoy», explicó Reich, citado por New Scientist.
Como era de esperarse, el subsecuente asentamiento trajo consigo una mezcla genética progresiva. No obstante, los científicos descubrieron en la península Ibérica un «reemplazo completo del cromosoma [masculino] Y», que tuvo como efecto la desaparición completa del conjunto de genes de los varones que originalmente vivían en esa zona.
Al parecer esto fue producto de algún tipo de «conquista violenta», donde los varones locales fueron asesinados o esclavizados y las mujeres reclamadas por los yamna. «La colisión de estas dos poblaciones no fue amistosa, ni siquiera igual, sino que los varones de fuera desplazaron a los locales y lo hicieron casi por completo», explica Reich.
Investigaciones anteriores aseguran que los yamna fueron además probablemente responsables de la difusión de las lenguas indoeuropeas en Europa occidental, lo que explica por qué se hablan tan lejos de Asia. Se cree que muchas de sus prácticas también arraigaron en la cultura europea.
Si bien el impacto de esta cultura en Europa ya ha sido demostrado por los genetistas, esta última investigación de Reich y sus colegas destaca cuán grande fue ese cambio, que para la antigua población masculina de lo que hoy es España y Portugal significó desaparecer por completo del mapa.
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