En la década de 1990 la División Aeronáutica de la Fuerza Aérea Estadounidense dio a conocer algunos de informes desclasificados, en los que se encontraba un proyecto específico destinado a la creación de un platillo volador de grado militar.
Llamado originalmente como USAF Proyecto 1794 también conocido popularmente como Proyecto Silver Bug, donde la Fuerza Aérea contrató a una empresa canadiense llamada Avro Aircraft Limited con base en Ontario, para la construcción de una nave en forma de disco. Según el informe desclasificado, fue diseñado para ser una nave de despegue y aterrizaje vertical, alcanzar una velocidades máximas de Mach 4 (velocidad supersónica), a más de 30.000 metros de altura y con una autonomía de unos 1.000 kilómetros.
Según el informe oficial, en 1960 fue finalmente cancelado, debido principalmente al problema de volar a gran altura. Pero realmente ya se conocía de su existencia en 1955, antes de que este informe fuera publicado, simplemente el hecho de su desclasificación confirmó algunas de las teorías sobre el tema OVNI.
Muchos expertos ufólogos vertieron dudas sobre este informe desclasificado de los Archivos Nacionales, ya que anteriormente a su desclasificación, muchos expertos hablaban sobre el proyecto sin obtener respuestas por parte del gobierno de los Estados Unidos, lo que aumentaban las cuestiones principales que surgieron sobre el Proyecto 1794, ¿cuál era el objetivo específico para la creación del platillo volante, y qué pasó con el proyecto?
Muchas son las versiones al respecto, algunos sostienen que hubo una serie de accidentes mortales durante la investigación, lo que sugiere que el prototipo de la nave era tan peligroso que el personal “tenían miedo de la máquina”, mientras que otras teorías apuntan a que estaban utilizando tecnología extraterrestre o incluso que trabajaban con la energía Vril.
En 1922 el Dr. W.O. Schumann, profesor de la Universidad Tecnológica de Múnich, Alemania, y descubridor del efecto de resonancia del sistema tierra-aire-ionosfera mas comúnmente conocidas como Ondas Schumann, desarrolló un prototipo de nave circular con energía Vril, que según algunos expertos se trata de una energía vital concentrada en el interior de todos los planetas del universo, con facultades ilimitadas y que puede ser disciplinada y utilizarse como combustible para todo tipo de máquinas.
Aunque el disco tripulado se estrelló en su vuelo inaugural, otra versión rediseñada de cinco metros llamada “RFZ-2” tuvo éxito en su vuelo de pruebas en 1934, adquirido con posterioridad por la División SS E-IV del Tercer Reich de Hitler. Estas aero-unidades diseñadas como platillos híbridos que combinaban los sistemas de turborreactores anti-gravedad y la propulsión convencional, pudiendo ser posible la elevación vertical. Aunque algunos de estos diseños extravagantes fueron acabados con éxito, se ganaron una reputación dudosa debido a que pasaban más tiempo en mantenimiento que volando.
Sin embargo, los diseños Vril anti-gravedad demostraron más eficacia. Los diseños Vril eran giroscopios enormes, que tenían la particularidad de levitar mediante la generación de sus propios campos gravitatorios. Sus principales características era que podía realizar giros radicales de 90º, además de ser capaz de volar a velocidades de 12.000 km/h en ángulo recto sin ninguna sensación de movimiento o inercia.
Durante mucho tiempo proyectos como Silver Bug han sido descartados incluso como simples ideas y vistas como teorías de la conspiración. Poco a poco van desclasificando documentos para su propio interés, que arrojan algo de verdad en un mar de mentiras sobre el tema OVNI o incluso de las construcciones de maquinarias que solo pensábamos que estaban presentes en la ciencia ficción.
Lo que hace que pensemos sobre, por ejemplo, tecnologías utilizadas por los Nazis para crear sus propias naves voladoras, que en la actualidad son consideradas por la física clásica como pura fantasía, pero que en un futuro próximo nos pueden asombrar con la veracidad de sus proyectos. Otra cuestión a tener en cuenta es, ¿se esta utilizando tecnología extraterrestre o algún tipo de energía como la Vril? ¿Qué opinas al respecto? Déjanos tu comentario más abajo.
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Varios gobiernos tienen naves muy sofisticadas, ni siquiera nos imaginamos la capacidad de maniobra y el poderío, incluso pueden estar a cientos de metros de distancia y no los percibimos con ningún sentido, es bueno desde un punto militar y de espionaje también en caso de una batalla contra una civilización alienígena hostil.