La NASA empezó a develar los primeros detalles de Ultima Thule, el objeto celeste más lejano jamás explorado por la humanidad, situado en el cinturón de Kuiper, a unos 6.500 millones de kilómetros de distancia del Sol.
El logro fue alcanzado después de que la nave New Horizons lo haya sobrevolado en la medianoche del pasado martes. Antes de esta misión, el equipo liderado por el científico Alan Stern, del Instituto de Investigación Southwest, sopesó la idea de que Ultima Thule fuese la unión de dos objetos planetarios distintos.
Sin embargo, el científico de la Universidad Johns Hopkins, Hal Weaver, aseguró que se trata de un solo asteroide con una forma similar a un cacahuate o un pin de bolo, después de ver las más recientes imágenes de Ultima Thule, aún de muy baja resolución.
“Eso es bastante común entre los cuerpos celestiales pequeños del Sistema Solar”, aclaró Weaver en una rueda de prensa convocada tras recibir la primera señal de New Horizons después de completar la misión. Según Weaver, esta forma explicaría otro misterio de este lejano cuerpo celeste: sus variaciones de brillo.
New Horizons retransmitirá información a la Tierra con cuentagotas, ya que no puede tomar datos y enviarlos a la vez. Dado que la nave viaja a 50.000 kilómetros por hora, el encuentro con Ultima Thule será breve. Por ello, los científicos han preferido maximizar el tiempo de observación y descargar el grueso de los datos después.
Las imágenes tomadas durante la aproximación de la nave espacial, que llevaron a New Horizons a solo 3.500 kilómetros de Última a las 17.33 GMT del 1 de enero tiene unas dimensiones de aproximadamente 32 por 16 kilómetros.
El objetivo original de New Horizons, que despegó en 2006, fue Plutón, al que llegó en 2015. Sin embargo, la NASA decidió prolongar la misión hasta 2021 para explorar otros objetos del cinturón de Kuiper, que se encuentra más allá de Neptuno y está formado por cuerpos que son reliquias de los orígenes del sistema solar, hace 4.600 millones de años.
Ya que Ultima Thule está congelado a muy baja temperatura y es probablemente muy estable, los datos que New Horizons revele sobre este astro aportarán nuevas pistas sobre la historia más primitiva de nuestro sistema.
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