Mientras que el científico que creó los primeros bebés modificados genéticamente se encuentra encerrado bajo arresto domiciliario, otros investigadores chinos están trabajando arduamente para hacer clones de mascotas por diversión y beneficio.
Una compañía en Pekín anunció recientemente que su primer lote de clones de gatitos estará listo para marzo de éste 2019 y está buscando nuevos clientes. «Es poco probable que este proyecto tenga un gran interés científico, pero vemos un gran potencial en él para el mercado de clonación por PCR».
El Global Times entrevistó a Zhao Jianping, subdirector general de la compañía de biotecnología Sinogene, que está haciendo la clonación de gatos después de clonar perros de manera exitosa (y rentable). «Clonación por PCR» se refiere a la técnica de reacción en cadena de la polimerasa, que es un método rápido para clonar genes en grandes cantidades. Esto es necesario porque los canes son los más difíciles de replicar debido a su sensibilidad a los cambios ambientales.
«Tenemos alrededor de 20 clientes, para crear un animal para ellos, necesitamos de seis a 10 meses». Esos clientes recibirán sus gatitos en marzo después de haber derribado sus 380,000 yuanes por cada uno y de haberle proporcionado previamente a Sinogene sus gatos difuntos.
Si bien no se especifica si los primeros clientes lo solicitaron o cuál sería la tarifa adicional, Sinogene también ofrece edición de genes para corregir defectos de nacimiento. Ese pobre científico equivocado y ahora «encarcelado» que editó genes humanos con el mismo propósito debe patearse a sí mismo… si sigue vivo.
¿Realmente necesitamos clonar gatitos? China tiene más de 73 millones de dueños de mascotas y 91 millones de perros y gatos. Por otro lado, muchas parejas chinas, preferirían tener un gato a un niño. Además, la clonación de mascotas, si bien es nueva, tiene un enorme potencial de ganancias en China: de enero a agosto de 2018, el mercado para gatos y perros superó los 170 mil millones de yuanes, un aumento del 27% en la tasa anual.
Mientras que un científico genético permanece bajo arresto domiciliario, otros son libres de enriquecerse al «crear» gatos caros en un mundo que ya está lleno de millones de mascotas cuyos humanos abandonaron.. ¿Quién realmente necesita estar encerrado?
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