La hipótesis de la ‘Rejilla Planetaria’ sugiere que la Tierra está rodeada por una red invisible de energía, transportada alrededor del globo por una especie de ‘carreteras geométricas’ conocidas como Ley-Líneas.
Estas líneas geométricas se encuentran en varios puntos de intersección formando una grilla poderosa. Lo que hace que la teoría sea tan convincente es la cantidad de sitios sagrados que se alinean con estas líneas de energía.
Según algunos investigadores, Gaia (la Tierra), tiene tres rejillas energéticas principales: la Rejilla Magnética, la Rejilla de Gaia y la Rejilla Cristalina.
Es importante comprender que estas tres rejillas energéticas se hallan en un estado de entrelazamiento cuántico con nosotros:
Las tres trabajan conjuntamente formando una «sopa» de energía que constituye un benevolente sistema de apoyo humano. Eso significa que todo lo que nosotros hacemos es «conocido» por Gaia.
La Rejilla Magnética se ve y se mide fácilmente a nivel físico, y es la responsable, a nivel esotérico, de hallarse en un «estado de entrelazamiento cuántico» con la conciencia humana. Algunos dicen que la rejilla magnética es «el vehículo de transferencia de información a nuestro ADN».
La Rejilla de Gaia y la Rejilla Cristalina son invisibles, pero muchos animales y humanos tienen un conocimiento consciente de ellas. La primera, la de Gaia, puede definirse como la «fuerza vital del planeta».
Vemos y sentimos esta fuerza vital en las plantas y los animales de nuestro alrededor, sobre todo en nuestras mascotas.
La fuerza vital de Gaia tiene personalidad, y es la única de las tres rejillas que tiene sensibilidad: esto significa que nosotros tenemos una mayor inclinación a sentirla y a identificarnos emocionalmente con ella que con las otras.
En cambio, la Rejilla Cristalina es extremadamente esotérica y mucho más difícil de explicar. Registra y recuerda la acción y la emoción humanas.
Por lo tanto, se trata de una rejilla espiritual que yace sobre la superficie del planeta y recuerda todo cuanto hacemos y dónde lo hacemos dentro del lugar exacto en que ocurrió.
Los nodos energéticos de Gaia son lugares de una tremenda intensidad, y a menudo se hallan en zonas que son menos accesibles o deseables para la habitabilidad humana.
Los indígenas de la Tierra, muchas veces, construían templos en estos remotos lugares, calificados por mucha gente como «sitios de poder» o «lugares sagrados».
Los nodos y puntos nulos energéticos de Gaia se encuentran por todo el planeta. Sin embargo, hay doce parejas polarizadas concretas que comparten unas propiedades energéticas únicas.
Los doce emplazamientos únicos de nodos energéticos de Gaia son:
Maui, en Hawái; la península de Yucatán, en México; el monte Shasta, en los Estados Unidos; Uluru, en Australia; el Machu Picchu, en Perú; Aoraki, en Nueva Zelanda..
Glastonbury, en Inglaterra; la montaña de Rila, en Bulgaria; el Mont Blanc, en Francia; el monte Ida, en Arkansas (Estados Unidos), la montaña de Table, en Sudáfrica y la isla del Sol, en el lago Titicaca, Bolivia.
Las doce ubicaciones únicas de puntos nulos energéticos de Gaia son:
las montañas de Tibesti, en Chad, África; el monte Kailash, en el Tíbet; el monte Kilimanjaro, en Tanzania, África; los montes Urales, en Rusia; el monte Ararat, en Turquía; el Aneto, en los Pirineos, España..
Gunnbjorn Fjeld, en Groenlandia; la montaña nevada de Meili, en China; el monte Aconcagua, en Argentina; el monte Fitz Roy, en la Patagonia, Argentina; el monte Logan, en Canadá, y el Pico Victoria, en las montañas de Tian Shan, Kirguistán.
¿Cómo sabían nuestros antepasados sobre la existencia de esta cuadrícula de energía hipotética? ¿Cuál fue el propósito interconectado de estos monumentos mundiales?
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