¿La inmortalidad es posible? Son muchos expertos y científicos que han intentado dar con la clave de la vida eterna, sin saber que, posiblemente, la tenían ante sus ojos: una planta que es capaz de «revivir».
La ficción ha bebido durante mucho tiempo de la posibilidad de la resurrección o de la vida eterna. Son muchas las historias literarias o seres de televisión que toman esta temática fantástica para crear vida sus universos.
¿Qué sucedería si, en la realidad, es posible acceder a la vida eterna?
Varios expertos aseguran que no es tan descabellado y, de hecho, existen especies capaces de permanecer «dormidas» durante años para luego «resucitar» como si nada hubiese pasado.
Pues, algo similar le sucede a unas misteriosas plantas, las cuales son capaces de recuperar su fotosíntesis después de rehidratarse y, a su vez, reactivan la generación de oxígeno.
Así lo ha dejado saber un grupo de científicos en un artículo reciente, donde hablan sobre la familia de plantas que mayor índice de recuperación poseen en el mundo.
Estas plantas pertenecen al género «Ramonda» y nacen normalmente en las zonas tropicales y subtropicales, específicamente al sur europeo o en la península ibérica, donde está la Ramonda myconi, mejor conocida como «oreja de oso».
La científica Jill Farrant, quién ha estado estudiando durante 17 años este tipo de plantas inmortales desde Sudáfrica, ha declarado que uno de los objetivos que se derivan del estudio está en aliviar problemas del hambre en el mundo.
O al menos que la alimentación sea sostenible y accesible para todos.
Esto teniendo en cuenta que uno de los principales problemas a los que se enfrenta el planeta es, a parte del cambio climático, la veloz sobrepoblación.
¿Personas que han conseguido sobrevivir sin recursos?
Existen ejemplos reales de personas que han pasado mucho tiempo sin comer y beber. Cuando vamos a la cultura hindú, existen varios relatos de monjes budistas que han permanecido periodos de tempo bastante extensos con apenas comer o beber.
Una persona común apenas y es capaz de soportar tres días sin beber y hasta un mes sin probar bocado.
Sin embargo, la concentración en esta religión ha dejado casos realmente sorprendentes, donde la alimentación no es más que una necesidad «impura».
Ese es el caso de Hira Ratan Manek, un ingeniero hindú jubilado que comenzó a vivir de «mirar el sol», consumiendo únicamente té, café y suero de manera ocasional.
Esta es una prueba más de que la naturaleza posee la capacidad de evolucionar hasta el punto de autoregenrarse más allá de la vida o la muerte.
¿Es posible que otras especies puedan alcanzar ese grado de evolución? Echa un vistazo al siguiente video, y déjanos tu comentario más abajo.
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