Uno de los casos más extraños relacionados con OVNIs y abducciones tiene que ver con Gerry Irwin, un soldado que, después de un incidente en el año 59, su vida cambió para siempre.
El 2 de febrero de 1959, Gerry Irwin volvía de su trabajo como técnico de misiles en Fort Bilss, en El Paso, Texas.
Se encontraba en ese momento en la carretera del sur de Utah, las cercanías de Cedar City, cuando algo en el cielo comenzó a brillar fuertemente en el cielo nocturno.
Irwin detuvo el auto y salió para poder ver el camino que la luz seguía hasta que se perdió sobre las montañas.
El soldado estaba convencido de que había sido testigo de un avión que se había precipitado, por lo que decidió escribir una nota donde mencionaba el supuesto incidente y que había ido a investigar.
La dejó sobre su auto con una advertencia de llamar a la policía y una señal de «ALTO» y se adentró al espeso bosque, en busca de sobrevivientes.
La primera persona que encontró el auto fue un inspector de peces y caza y rápidamente avisó a la Oficina del Sheriff de Cedar City.
Cuando los autoridades llegaron comenzaron una búsqueda en toda el área, pero no encontraron ningún avión. Por otro lado, si se toparon a Irwin tirado en el piso, inconciente.
El soldado fue llevado al hospital donde los exámenes médicos revelarían que estaba perfectamente sano, pero él no despertaba con ninguna estimulación.
Lo dejaron en urgencias y durmió toda la noche. De hecho, las enfermeras alegaban que lo escuchaban murmurar algo sobre una chaqueta sobre un arbusto, pero no despertó hasta la mañana siguiente.
Lo primero que hizo al despertar fue preguntar por el accidente, a lo que las autoridades le avisaron que no hubo ningún accidente. Sorprendido, preguntó ahora por su chaqueta, algo que desconcertó bastante. Cuando lo llevaron al hospital, no tenía ninguna.
Irwin manifestó que no recordaba nada de lo sucedido, mucho menos como terminó inconsciente, a pesar de que su cuerpo no evidenciaba ningún tipo de herida.
Duró un par de días recluido, pero los médicos llegaron a la conclusión de que solo padecía de una especie de histeria, por lo que le dieron de alta.
Los próximos días fueron sumamente extraños; Irwin experimentó varios episodios en los que se desvanecía de un momento a otro. La primera vez le sucedió estando de servicio, la segunda le sucedió en plena calle, mientras caminaba.
Esto ocasionó que volviera a ser llevado al hospital, pero lo extraño es que después del último desmayo, Irwin pareció sufrir un «reinicio».
Cuando despertó, volvió a preguntar por el accidente de avión y su chaqueta, además creía que aún era 28 de febrero, tampoco reconocía al personal médico que ya lo había atendido.
Bajo estas circunstancias fue internado durante un mes completo, sin embargo, una vez nada, todo estaba bien en él y fue dado de alta.
Esta vez los pensamientos de Irwin estaban totalmente invadidos por la necesidad de volver al lugar de los hechos y encontrar su chaqueta.
Así que un día dejó su puesto en la base y condujo todo el camino hasta el sur de Utah, donde encontró su chaqueta con una nota escondida en su bolsillo.
Por extraño que parezca, no la leyó, de hecho, sintió la incipiente necesidad de quemarla y así lo hizo. Por más extraña que pareciera la situación, en un momento de lucidez pensó en que había dejado su puesto en su base sin ningún tipo de permiso.
Cuando volvió lo estaba esperando una cuadrilla de militares que lo retuvieron por haber dejado la base de manera ilegal.
Se entregó sin inconvenientes y a pesar de que no lo apresaron, si valió para que le reasignaran de puesto, además de sufrir una amonestación.
Lo más extraño de todo es que Irwin lo volvió a hacer; un día dejó su puesto de servicio, pero a diferencia de la última vez, no volvió y, de hecho, aún continúa desaparecido.
Este caso se ha convertido en uno de los más controversiales, tanto para las autoridades como para los ufólogos; muchas teorías se han formado en torno al mismo, pero no ha habido ninguna respuesta.
La última vez que se supo de él fue gracias al libro «Sin retorno, la historia de Gerry Irwin, ¿Secuestro de ovnis u Operación encubierta?», escrito por David Booher, quien supuestamente habló con él, pero nada es concreto.
VER TAMBIÉN ▶ La CIA investigó multitud de casos OVNI en la Antártida (Video)
0 comentarios