Son muchas las teorías existen acerca de las estelas de humo que dejan algunos aviones. Y ahora, una nueva investigación nos sugiere que realmente podrían ser una de las causas del calentamiento global.
En el año 2018 se realizó un estudio donde se encontraron datos que sugieren que las estelas de humo dejadas por ciertos aviones están contribuyendo fuertemente con el calentamiento global, acelerándolo más del doble de la estimación hecha por las aerolíneas.
El estudio señala que no tiene nada que ver con ninguna teoría de la conspiración de los llamados chemtrail. Recordemos que en los años 90 se comenzó advertir sobre estas misteriosas estelas.
Uno de sus principales divulgadores fue William Thomas, quién además, fue que las bautizó con el nombre que todos lo conocemos, en referencia al vocablo inglés «contrails», que define las estelas que dejan los aviones.
En el libro llamado «Chemtrails confirmed», el periodista desarrolló una teoría bastante compleja donde se aprecian testimonios de diferentes observadores y se describen las formas anormales de estas estelas.
En ocasiones se culpa a la élite mundial de realizar proyectos secretos, algunos relacionados con la manipulación del clima o la reducción de la población.
A pesar de que esta teoría no ha podido ser confirmada, el estudio sí confirmó que las estelas están formadas por cristales de hielo que se crean al momento de que el vapor caliente del motor reacciona al golpear el aire frío de la atmósfera.
Esto, en sí mismo no quiere decir nada, sin embargo, sí tienen una alta responsabilidad en todo lo relacionado con el calentamiento global.
Entre los descubrimientos más destacados hechos por el estudio, están; las estelas de vapor bloquean la luz solar, pero también atrapan el calor aún en la oscuridad.
El 2.2% de los vuelos genera, al menos, el 80% del calentamiento relacionado con las estelas; en su mayoría, estos se generan en los despegues a final de la tarde y al anochecer, punto en donde son menos visibles.
Modificar la trayectoria de los vuelos hacia arriba o hacia abajo en un rango de 2000 pies o menos, genera una reducción en el efecto del calentamiento hasta en un 59%.
Este último punto podría ser la solución para evitar que los vuelos generen estelas que influyen en el calentamiento global, pero hay un costo que, quizás, las aerolíneas no están dispuestas a asumir: un incremento en el consumo de combustible elevado.
Incluso si las aerolíneas llegasen a explorar modificaciones en los horarios de los vuelos, el incremento del consumo de combustible seguiría siendo un tema sumamente considerable.
¿Estarían dispuestas las compañías de vuelo en aumentar sus costos operativos, reduciendo sus ganancias, para salvaguardar la «salud» de nuestro planeta Tierra?
A continuación, otra teoría que cada vez más se está dando a conocer a nivel mundial.. ¿Qué opinas al respecto? Déjanos tu comentario más abajo.
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