La élite ha mostrado un inusual interés por el Ártico, sin embargo, no es que esté preocupada por el calentamiento global; su interés está en un escenario de confrontación para hacerse con esos territorios.
Muchos expertos la han denominado «La Guerra secreta del cambio climático», y es que el principal interés de la élite mundial es hacerse con las zonas donde el hielo ha ido desapareciendo.
Las potencias mundiales han comenzado una carrera por hacerse por este nuevo océano por derretir.
Recordemos que USA y Rusia poseen un acceso directo al ártico, China, por el contrario no, sin embargo, el país asiático ya mostró intenciones claras de comprarle a Dinamarca una antigua base naval abandonada que se encuentra, casualmente, en Groenlandia.
Si a eso se le suma los intentos que han hecho por construir aeropuertos, todo parece indicar que China también se suma a la carrera por hacerse con la Ártico.
Gas y Petróleo Natural por explotar
Hasta la fecha, Dinamarca se niega a la venta de Groenlandia, sin embargo, es la propia región quién reclama atención.
Los más de 50.000 habitantes han manifestado que se sienten «abandonados» por el gobierno Danés, quién además ha mostrado grandes inconvenientes para financiar esta zona.
Por esa razón, la estrategia que ha aplicado la élite es la de «comprar» a estas personas, a través de sobornos, algo que a la larga sería mucho más barato por su baja población.
Groenlandia cuenta con autonomía política, por lo que fácilmente los groenlandeses pueden aceptar acuerdos comerciales con otras naciones, moviéndose por las subvenciones.
Y es que el interés de la élite no se limita solo a ampliar su territorio; Pedro Baños, coronel del Ejército español, escribió en su libro «El Dominio Mundial», que el Ártico posee una inmensa cantidad de recursos naturales.
El Servicio de Inspección Geológico de USA, por ejemplo, asegura que en esa zona existe al menos el 30% de las reservas mundiales de gas natural y al menos el 13% de petróleo, las cuales aún no han sido explotadas debido a la inhospitalidad del lugar.
De esa forma, no sería descabellado pensar que las grandes potencias mundiales hayan comenzado una especie de guerra para hacerse con el Ártico.
El deshielo del Ártico
En abril del año pasado se llevó a cabo el Foro Internacional del Ártico, en Rusia, entre los asistentes estaba Finlandia, la misma Noruega, Islandia y Suecia.
El foco de la cumbre fue la creación de nuevas rutas marítimas y explotación de recursos naturales no descubiertos.
Durante el foro, también se dio a conocer que Rusia ampliaría su flota de barcos rompe hielo, por lo que, para 2035, el país contaría con 13 de estos modelos, de los cuales 9 se moverían con propulsión nuclear.
Entre los planes de Rusia también está construcción de plantas nucleares en la zona que alimenten de energía los proyectos que se crearán.
Eso, actualmente, es imposible debido a la cantidad de hielo del Ártico, sin embargo, diferentes estudios han demostrado que el calentamiento del territorio es hasta 4 veces superior al del resto del planeta.
Ese dato, sumado a los barcos rompe hielos rusos, parece indicar que el objetivo principal es el deshielo. Así mismo, China también su plan «Política de China para el Ártico».
Su principal interés es el de crear rutas marítimas que acortaría en gran medida la distancia que existe entre, por ejemplo, Shangai-Nueva York, lo que incrementaría sus posibilidades comerciales.
¿Cómo pretende hacer esto? De acuerdo el documento, dejando que el «calentamiento global haga su trabajo».
Todo parece indicar que la primicia de la Élite es dejar que el Ártico se descongele, o acelerar su descongelación de manera artificial para fines políticos y económicos.
¿Tendrán en cuenta todo lo que esto podría propiciar en el planeta?
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