Hacia el primer milenio antes de cristo, Salomón, tercer rey de Israel, fue el hombre más poderoso de su época. Es descrito en la biblia y en las leyendas como un personaje de increíbles habilidades.
Con la misma simbología de los objetos del Tabernáculo, el mobiliario y los utensilios del gran templo construido por Salomón estaban repletos de analogías sagradas.
El templo erguido para Dios por Salomón, así como lo que sucedió, fueron hechos con el propósito de sustituir al Tabernáculo.
Básicamente, seguían el mismo plano dado por el Señor a Moisés para la gran tienda que acompañaba al pueblo de Israel por el desierto. Tenía prácticamente el mismo mobiliario ceremonial básico y casi los mismos artefactos, con los mismos significados.
Veremos aquí algunos de los principales elementos de los templos de Jerusalén y sus respectivos significados:
El altar de sacrificios: Después de entrar al patio externo del templo, después de las murallas, se encontraba un gran altar en el que se sacrificaban los animales ofrecidos a Dios.
Ellos eran el símbolo de los pecados y morían en expiación por ellos. Sólo podían ser sacrificados animales en perfectas condiciones, generalmente los mejores entre los mejores de los rebaños.
Quemados, producían humo que subía a los cielos como “olor grato” al Señor (Éxodo 29:25), lo que significaba que el fiel estaba libre de pecados, lo que agradaba a Dios.
El “mar de bronce”: También llamado “mar de fundición” (1 Reyes 7:23-40), era un gran reservorio de agua que estaba junto al altar de sacrificios.
Con la misma simbología de la antigua pileta del Tabernáculo, en su agua se lavaban los pecados, con un fuerte significado de purificación (por la sangre y cualquier otro residuo que quedara en las manos y pies de los sacerdotes).
El reservorio, redondo, estaba sobre doce bueyes esculpidos en bronce que, en grupos de tres, tenían sus cabezas orientadas a los cuatro puntos cardinales.
En el mar de bronce se abastecían diez piletas móviles, sobre ruedas, que eran distribuidas sobre el patio externo, cinco de cada lado del templo.
Las dos columnas: Al lado del pórtico principal del templo se ubicaban dos columnas de bronce que llegaban casi hasta el techo, llamadas Joaquín y Boaz por su realizador, Hiram Abiff, enviado por el rey de Tiro, su homónimo, Hiram, con los arquitectos y artífices que trabajarían en la obra del templo (1 Reyes 7:13-22).
Para los judíos, son pilares simbólicos de mucha importancia para la vida con Dios: Joaquín simbolizaba la sabiduría y Boaz la inteligencia (ambos atributos de Salomón que lo hacían famoso en todo el mundo conocido de la época).
El Arca de la Alianza: El Arca, después de habitar durante muchos años en el Tabernáculo, fue depositada en el Santo de los Santos del gran templo de Salomón.
Objeto sagrado solamente tocado por los sacerdotes y nunca por una persona común del pueblo, contenía otros objetos con un inmenso significado sagrado:
Las tablas de los Diez Mandamientos que Moisés labró orientado por Dios (la Palabra), un bocado del maná que fue dado como alimento al pueblo en el desierto por primera vez (la provisión de Dios) y la vara de Aarón que floreció (el reconocimiento de Dios sobre la autoridad conferida a alguien).
Sobre el Arca estaba el Propiciatorio, la tapa del gran baúl, con dos imágenes de querubines frente a frente con las alas desplegadas. Entre los ángeles dorados, el sumo sacerdote debería focalizar la presencia de Dios, quien le hablaba (Éxodo 25:10-22).
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Mi estimada Alma, muy interesante este tema, muchas gracias por difundir estos temas tan interesantes, solo quisiera decirte que el pentagrama es la estrella de cinco puntas que se usa para protección y atraer energía divina con uno de los picos hacia arriba y para magia negra con dos picos hacia arriba, simbolizando los dos cuernos, las orejas y las barbas del diablo, y la estrella de David es la de seis puntas o exagrama y que tiene significado muy diferente.