Leyendas dicen que los lemurianos y los Atlantes fueron los protagonistas de la antigüedad, la historia contemporánea les ha dado ese rol a los sumerios. Sin embargo, las tablas de Tărtăria podría cambiar eso.
Considerando que fueron los primeros que establecieron un patrón de escritura, esto podría ser cierto. Pero el hallazgo de las tablas de Tărtăria, puede hacer temblar el orden cronológico a las primeras escrituras.
Incluso, su hallazgo podría cambiar por completo la historia del origen de la primera civilización conocida en el mundo.
Las tablas de Tărtăria y la cronología
La arqueología, para el año 1961, comenzó trabajos de búsqueda en una región cercana a Tărtăria. Lugar que había tomado fama por haberse encontrado una gran cantidad de hallazgos.
Tras un arduo trabajo el equipo pudo obtener resultados. Encontraron 3 tablillas de arcilla. Lo que provocó una convención de científicos de diferentes lugares del mundo.
El solo pensar que este descubrimiento pudiera cambiar el rumbo de la historia, provocó que la comunidad científica, lo viera con cierta desconfianza. Unas tablas de arcilla de tal fragilidad no podrían sostener un peso de tal magnitud.
No obstante el hallazgo consiguió ser el centro de atención mundial. Entre la descripción de las mismas estaba que 2 de ellas eran de forma rectangular, la otra redonda. Los símbolos estaban incrustados a un lado.
Las de forma rectangular tenían un pequeño agujero que, de acuerdo a los científicos, no era por coincidencia. Fueron cubiertas totalmente por las runas que conformaban antiguos textos.
El cambio de la cronología del mundo
Los expertos dataron las tablas en un tiempo aproximado de 1000 años previos a las tabletas encontradas en Uruk, Djemer-Nasr o en Kia. Los investigadores suponen que estos objetos pudieron pertenecer a una persona influyente, como un sacerdote o chaman.
Este acontecimiento que aparentaba ser uno de los más grandes hallazgos del mundo oriental y parte de Europa, se transformó en un tema de controversias y debates, dividiendo a la comunidad científica.
Para algunos arqueólogos estos objetos podrían tener una data de por lo menos 5000 años a. C. Dejando un milenio atrás a lo que se presumía era la invención de la escritura. Cambiando también el lugar de origen conocido hasta ahora, Mesopotamia.
Una civilización avanzada previo a las civilizaciones conocidas
Algunos científicos intentaron afrentar este mito aseverando que las tablas de Tărtăria habían aparecido por influencia Sumeria. Esto debido a la semejanza de los símbolos sumerios presentes en las tablas.
Dando como hecho, que habían tomado prestado de los sumerios estos símbolos para la escritura. Asegurando que los habitantes antiguos los tomaron desconociendo el significado.
Sin embargo la misma historia contradijo a los científicos. 5500 años a. C., la escritura sumeria no existía. Y si llegó a existir, no hay prueba que lo confirme hasta ahora.
Para los historiadores, el tratar de traducir las tablas en dialecto sumerio les trajo mayor turbación, Encontraron el nombre «Saue» que para la cultura sumeria es conocido como el dios Usmu.
Por eso las tablas fueron analizas exhaustivamente por expertos de la Academia de Ciencias Rusa. Ellos concluyeron que los artefactos tenían una parte de un sistema de escritura que se difundió en el lugar encontrado.
El texto menciona 6 tótems antiguos, los cual coincide con un manuscrito antiguo de la ciudad de Djemdet-Nastra, en Sumeria.
La traducción de los textos podría decir lo siguiente:
«Cuarenta años de gobierno por los labios del dios Saue, el más antiguo después de que el ritual había ardido. Este es el décimo».
Dicha traducción continúa siendo un misterio para la arqueología la comunidad científica. Las tabas de Tărtăria, de ser tan antiguas como se cree, reescribirían toda la historia conocida.
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