Un enigmático caso ocurrido en el siglo XVI a un hombre de nombre Gil Pérez, de nacionalidad española, y soldado de profesión..
Este suceso bastante misterioso, estuvo oculto por mucho tiempo. Y no fue hasta un siglo después de que se revelo lo que pasó con el soldado Gil Pérez.
La labor de este soldado español eran las funciones ordinarias de cualquier soldado. Formaba parte de la Guardia Civil filipina, se desempeñaba como guardia del gobernador general, en el palacio de la gobernación de Manila Filipinas.
Sin embargo un acontecimiento ocurrió el 24 de octubre de 1953, cambiando por completo la normalidad de su desempeño ¿Un caso de teletransportación?
La teletransportación de Gil Pérez
En la noche anterior Gil Pérez estando en sus tareas como guardia, piratas chinos penetraron al palacio del gobernador de Manila, Gómez Pérez das Mariñas, asesinándolo.
Posterior a esto, todos los guardias continuaron en el Palacio vigilando y a la espera de la elección del nuevo gobernador.
Dado el tiempo transcurrido casi 2 días seguidos con sus noches en vigilancia Gil Pérez ya se encontraba bastante agotado, y decidió recostarse un rato de una de las paredes para descansar un rato.
Cuando abrió los ojos, no reconoció el lugar donde se encontraba, sin embargo el continuo realizando sus tareas de vigilancia.
En un momento fue increpado por una persona que comenzó a interrogarlo, y le comunicó que no podía estar en aquel lugar.
Inexplicablemente se encontraba en la plaza mayor de ciudad de México. Se podría decir que había viajado unas 9.000 millas náuticas de Manila por el océano pacifico más o menos.
El soldado Gil Pérez explicaba que hacía pocos momentos se encontraba en el palacio de gobierno de Filipinas, que el gobernador, Gómez Pérez Dasmariñas había sido asesinado por piratas chinos.
Juzgado por la Santa Inquisición
Continuó explicando que luego de muchas horas de trabajo, se había tomado un momento de descanso, despertando segundos después en ese lugar totalmente desconocido, pero nadie le creyó lo que él decía.
Pérez fue puesto en prisión acusado de deserción, además de estar al servicio de Satanás. Siendo juzgado por el tribunal de la Santa Inquisición.
Lo único que Gil Pérez pudo alegar para su defensa era que no se explicaba cómo pudo haber viajado de Manilas a México.
Transcurrido 2 meses, un barco que provenía de Filipinas llego con la noticia de que el gobernador había muerto, diciendo además que sabían de Gil Pérez.
La última vez que fue visto fue ese 23 de octubre, que desconocían si estaba en Ciudad de México.
Testigos afirmaron que había sido guardia en Manila, antes de estar en México. Uno de los pasajeros del barco lo reconoció y juró que lo había visto El 23 de octubre en Filipinas.
De inmediato las autoridades de Ciudad de México ordenaron la liberación de Gil Pérez.
Un caso curioso y sorprendente por partes iguales que no termina de encajar con alguna explicación lógica. Registros ubican a Gil Pérez en ambos lugares, con apenas minutos de diferencia ¿Cómo es posible? ¿Podría tratarse de un vórtice natural?
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