Las leyendas aztecas explican entre muchas otras cosas como la Gran Pirámide de Cholula y la ciudad de los dioses Teotihuacán fueron construidas no por hombres ordinarios, sino por un gigante.
Este gigante se llamaba Xelhua y vivió durante el tiempo del diluvio universal.
Si echamos un vistazo a la mitología azteca encontraremos un tesoro oculto de historias increíbles y fascinantes relatos de una época en que los gigantes dominaban la Tierra.
La mitología azteca como muchas otras mitologías alrededor del mundo, menciona como miles de años atrás, gigantes caminaban por la Tierra.
Según la antigua mitología azteca, el antiguo complejo de Cholula y especialmente la construcción de la pirámide hecha de tierra se atribuye a Xelhua.
Según la mitología, en la antigüedad la Tierra estaba habitada por gigantes. Pero después de una inundación masiva todos los Gigantes restantes se extinguieron.
Xelhua, que sobrevivió al diluvio, construyó lo que hoy conocemos como Cholula, que es el sitio arqueológico más grande del mundo antiguo, así como la pirámide más grande que se conoce que existe en el mundo hoy en día.
Xelhua, quería construir una estructura masiva tan alta que alcanzara el cielo.
Pero Tonacatecuhtli, padre de todos los dioses, Creador y Dios de la fertilidad, adorado por poblar la Tierra y hacerla fructificar, vio esto como una ofensa y lanzó una piedra del cielo.
Ésta, mató a muchos constructores y provocó que la construcción se detuviera.
La antigua mitología azteca nos dice eso antes de la gran inundación que tuvo lugar 4800 años después de la construcción del mundo.
El país de Anáhuac estaba habitado por gigantes, los cuales perecieron en la inundación, o según cuenta la leyenda, se transformaron en peces, salvo siete de ellos, que huyeron a las cavernas.
Cuando las aguas se calmaron, uno de los gigantes con el apodo de El Arquitecto, fue a Cholula donde como monumento conmemorativo de lo que allí sucedió.
Y usado como asilo para él y sus seis hermanos, construyó una colina artificial en forma de pirámide.
Después, ordenó que se hicieran ladrillos en la provincia de Tiahuanaco, al pie de la Sierra de Cecot, para llevarlos a Cholula.
Formó una fila de hombres que los pasaban de mano en mano. Los dioses contemplaron con ira el edificio, cuya parte superior era alcanzar las nubes.
Irritados ante el atrevido intento, los Dioses lanzaron fuego sobre la pirámide. Un gran número de obreros perecieron y el trabajo fue suspendido. El monumento fue finalmente dedicado a Quetzalcóatl.
Xelhua, fue uno de los siete gigantes, según la cultura azteca, y fue él quien según las versiones eligió no solo la Gran Pirámide de Cholula sino una de las ciudades antiguas más misteriosas de Centroamérica, Teotihuacán.
Hoy, la Gran Pirámide de Cholula está cubierta en su mayoría por una iglesia católica construida por los conquistadores que, sin saberlo, erigieron la estructura sobre lo que sería la pirámide más grande de la Tierra.
Como señaló la antigua mitología azteca, antes de que se terminará la Gran Pirámide de Cholula, el fuego cayó sobre ella causando la muerte de sus constructores y el abandono de la obra.
Una ilustración nativa del templo de Cholula representa nobles y señores.
Y es aquí donde conservan sus documentos, el espejo de su pasado y la historia de sus antepasados, que por temor a un diluvio construyeron este lugar como refugio para la posibilidad de la recurrencia de tal calamidad.
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