Después de más de un siglo de rumores y teorías, la enorme ciudad perdida de Kalahari sigue siendo todo un misterio arqueológico.
Bajos las arenas del desierto de Kalahari, al sur de África, podría encontrarse las ruinas de la ciudad de Kalahari.
Este mito nació a finales del siglo XIX, cuando Guillermo Farini, un explorador canadiense buscaba diamantes en el desierto.
El mito de la ciudad perdida del Kalahari
En 1985, William Leonard Hunt, mejor conocido como Signor Guillermo Antonio Farini, publicó un libro donde cuenta su experiencia en el desierto.
Relató cómo encontró formaciones rocosas extrañas que, estaba seguro, eran las ruinas de edificios antiguos.
Posteriormente, se publicó un artículo en la Royal Gegraphical Society, donde se exhibieron públicamente las fotografías que tomó en el viaje.
Farini describió las ruinas de la siguiente manera:
«Una ruina semienterrada, un enorme naufragio de piedras, en un lugar solitario y desolado, un templo, o una tumba para los huesos humanos que los hombres dejaron en descomposición y pudrición.
Bloques esculpidos groseramente del proyecto de arena roja y piedras toscas y sin forma aparecen que las cenizas de un gran hombre diseñaron para proteger y enterrar hace muchos miles de años.
Una reliquia, tal vez, de un pasado glorioso. Una ciudad que alguna vez fue grandiosa y sublime, destruida por un terremoto, desfigurada por la explosión y barrida por la mano del tiempo.»
Al parecer, la ciudad se trazó en un arco similar a la Gran Muralla China. Supuestamente, un terremoto sería el culpable de que parte de la ciudad quedara enterrada baja los arenas.
A comienzos del siglo XX, la historia de Farini inició toda una leyenda en Sudáfrica. Exploradores afirmaron haber visto hasta un barco abandonado o una cantera de piedra en el desierto.
Otros intentaron explicar que se trataba de una civilización desconocida, al comparar los hallazgos arqueológicos con los de Gran Zimbabue
Desde 1932, un total de 25 expediciones se enviaron en busca de la ciudad perdida de Kalahari. Se usaron avionetas que sobrevolaron la zona, pero no encontraron rastros de alguna construcción.
¿Una formación natural?
En 1964, AJ Clement, dentista profesional y explorador independiente que había estudiado por muchos años la historia de la ciudad perdida de Kalahari, decidió explorar por su cuenta.
Así propuso una nueva teoría, donde afirmó que había inconsistencias entre la ruta trazada por los antiguos investigadores y la ubicación de las ruinas.
Éstas no estaban en el corazón del desierto, sino que Farini se había adentrado más al sur, donde descubrió las grandes paredes.
Clement se trasladó hasta Rietfontein, al suroeste de Kamqua, en la frontera de Namibia. Ahí observó una enorme formación rocosa extraña que los lugareños llaman «Eggshell Hills».
En ciertas zonas, las rocas eran similares a la pared doble que encontró Farini. Dando a entender la posibilidad de que éste haya confundido piedras comunes con bloques de construcción.
Un geólogo vio las fotos del sitio y sugirió que las ruinas eran simple dolerita erosionada.
Estas formaciones geológicas datan de hace unos 180 millones de años, cuando la gran agitación dio como resultado el nacimiento de las montañas Drakensberg en Sudáfrica.
Las teorías siguen divididas y los expertos tampoco se ponen de acuerdo. Por un lado, un grupo apoya a Clement, asegurando que estas formaciones no son más que algo natural. Sin embargo, los que siguen la línea de Farini están convencidos que la ciudad perdida de Kalahari existió.
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