Científicos han cultivado mini cerebros a partir de células madre en un laboratorio y, espontáneamente, desarrollaron una especie de estructuras oculares básicas.
Los mini cerebros de origen humano se cultivaron en platos y desconcertaron a los científicos cuando observaron cómo crecían 2 copas oculares de simetría bilateral.
Algo muy parecido a lo que ocurre a un embrión humano cuando desarrolla las estructuras oculares.
Mini cerebros creados en laboratorio
Jay Gopalakrishnan, neurocientífico del Hospital Universitario Düsseldorf, Alemania, declaró que su trabajo destaca la notable capacidad de los organoides cerebrales para desarrollar estructuras sensoriales primitivas.
Estos organoides podrían ayudar a estudiar las interacciones cerebro-ojo durante el desarrollo del embrión. Modelar los trastornos congénitos en las retinas y generar tipos de células retinianas específicas del paciente. De esta forma, se podrían hacer pruebas de fármacos personalizadas y terapias de transplantes.
Cabe aclarar que estos organoides cerebrales no son mini cerebros reales, sino que por medio del cultivo de células pluripotentes inducidas, se consiguió crear las mini estructuras tridimensionales.
Es decir que mediante la ingeniería inversa, se modificó células extraídas de humanos adultos y se convirtieron en células madre. Estas células madre se pueden convertir en diversos tipos de tejidos.
Respecto a los mini cerebros, las células madre fueron inducidas a transformación de manchas de tejido cerebral. Es decir, los organoides no pensarán, no tendrán conciencia, ni emociones.
Ya que con cerebros vivos es imposible realizar cualquier tipo de investigación, éticamente hablando. Los mini cerebros serán usados únicamente para estudio.
No es la primera vez que científicos han usado células madre, esta vez embrionarias, con el fin de desarrollar o hacer crecer copas ópticas, para el estudio en el proceso del desarrollo embrionario de la formación de las estructuras que conforman el globo ocular.
Otros experimentos para el desarrollo de los ojos
En otro estudio que se realizó usando células madre pluripotentes inducidas, se consiguió desarrollar estructuras en forma de copa óptica.
A diferencia del equipo de Gopalakrishnan, que no quiso cultivar las estructuras de forma directa, sino probar si se cultivaban como parte integrada de los mini cerebros.
Así pudieron observar como las dos clases de tejidos crecían juntos, y no solamente desarrollar estructuras ópticas de forma aislada.
Los científicos explicaron lo siguiente en un artículo que se publicó recientemente:
«El desarrollo de los ojos es un proceso complejo y comprenderlo podría permitir sustentar la base molecular de las enfermedades retinianas tempranas». «Por lo tanto, es crucial estudiar las vesículas ópticas que son el primordio del ojo cuyo extremo proximal está unido al prosencéfalo, esencial para la formación adecuada del ojo».
Un estudio anterior sobre el desarrollo de organoides mostró células retinianas, sin embargo en estas no hubo desarrollo de estructuras ópticas. Esto obligó al equipo a cambiar sus formulaciones.
No hubo intento de forzar el desarrollo de células neurales en las primeras fases de la diferenciación neuronal, y para desarrollar el ojo al medio del cultivo le agregaron acetato de retinol.
Los mini cerebros creados de manera minuciosa, en 30 días ya habían desarrollado vasos ópticos y a los 50 días, estructuras que se veían claramente.
Otro hallazgo fue que las copas ópticas tenían diferentes tipos de células retinianas que se organizaban en redes neuronales y respondían a la luz. Además, poseían lentes y tejido corneal.
Parece increíble que los científicos ya puedan desarrollar estructuras similares a un cerebro en un laboratorio. Más sorprendente aún es que estos organismos puedan continuar su desarrollo hasta crear órganos oculares. Actualmente estos se usarán para la ciencia, pero ¿Podría ser el primer paso para la clonación?
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