Uno de los misterios más intrigante de la historia Española está relacionado con Canarias. Una leyenda que asegura que existe una octava isla que aparece y desaparece y que puede verse a través de una espesa nubosidad.
La historia de esta misteriosa isla se remonta a la antigüedad. Durante siglos, los navegantes que se adentraban en las aguas aledañas realizaron testimonios sobre ella.
Incluso, se han realizado expediciones oficiales para encontrarla y ha formado parte de los tratados políticos para obtener su soberanía. Así de importante ha sido la enigmática isla de San Borondón.
San Borondón: La Isla que «aparece y desaparece»
Su origen se remonta a una expedición marítima llevada a cabo en el 516 d. C. por el monje irlandés Saint Brendan, protagonista de una de las leyendas más famosas de la cultura Celta. Esta leyenda habla sobre su viaje a la Tierra Prometida de los Bienaventurados, las islas de la Felicidad y la Fortuna, también conocida como las Islas Afortunadas.
La historia mitológica cuenta como el monje surcó el Atlántico junto a otros 17 religiosos a través de una frágil embarcación, hasta que un día se topó con la isla. Esta estaba llena de árboles y vegetación, por lo que decidieron desembarcar.
Después de su llegada, celebraron una misa después de tomar las tierras. Justo en ese momento, todo comenzó a temblar.
Aun así, la creación de la leyenda de San Borondón comenzaría a agarrar fama tras la conquista. Varias expediciones hechas por españoles y portugueses desde el siglo XV en búsqueda de la mítica isla.
El manto de superstición que tenía la historia, muchas veces sesgaba el carácter científico de los trabajos cartográficos. Fue por ello que, incluso, se comenzó a dudar de las decisiones geopolíticas.
En 1749, España y Portugal llegaron a un acuerdo diplomático en el Tratado de Alcazovas-Toledo, donde ambas potencias se repartieron los territorios del Océano Atlántico.
A través de esa firma se reconoció por primera vez, la soberanía de Canarias por parte de la Corona de Castilla. Dicho reconocimiento incluyó a San Borondón.
Leonardo Torriani, ingeniero al servicio de Felipe II llegó a describir sus dimensiones y su localización a finales del siglo XVI basándose en los relatos de los marineros que aseguraban que la visitaron.
Una leyenda antigua
Según sus relatos, está ubicada al oeste del archipiélago, a 550 kilómetros de dirección oeste noroeste de El Hierro, y a 200 kilómetros en dirección oeste-sudoeste de la Palma, La Gomera y El Hierro.
Uno de los avistamientos más célebres lo hizo el fotógrafo Manuel Rodríguez Quintero, en 1957 al captar desde el barrio de Las Martelas, en los Llanos de Aridane, la difusa silueta de San Borondón.
El fenómeno fue presenciado por numerosos vecinos de Los Llanos y Tazacoprte. La supuesta imagen se publicó en el ABC, en un artículo titulado «La isla errante de San Borondón es fotografiada por primera vez».
La Isla no está registrada en ningún mapa actual, ni en ninguna fotografía por satélite. A pesar de que existe diversidad de teorías, la ciencia demostraría que no es más que un simple espejismo de las islas más occidentales, especialmente en La Palma.
La diferente temperatura entre las capas de aire produce que la luz se vea reflectada, creando la ilusión a quien lo mira, de ver una serie de paisajes lejanos cuya posición no corresponde con la realidad.
Aun así, San Borondón sigue siendo una presencia constante en las leyendas populares del canario y, posiblemente, no existe ningún isleño que no haya puesto su mirada hacia el horizonte, en busca de avistar la misteriosa isla que aparece y desaparece.
A ver, San Borondón es un barrio de la isla de La Palma, en el cual te metes sin darte cuenta al salir de Tazacorte, pero no aparece y desaparece, siempre está ahí 🤣