Mientras los científicos occidentales se enfocan en buscar vida fuera de los confines de nuestro planeta, científicos rusos aseguran que existe tecnología alienígena bajo los casquetes polares del Ártico.
Durante décadas, la información que nos ha suministrado es que, de existir tecnología alien, estaría fuera de nuestro alcance. Posiblemente, fuera del Sistema Solar.
Sin embargo, científicos rusos con ayuda de China, han hecho un descubrimiento en el Ártico de posibles OVNIs enterrados en el hielo.
Objetos ocultos en el Ártico llaman la atención de diferentes países
El interés por parte de Rusia con los OVNIs y sucesos paranormales, desde la época de la Unión Soviética, ha sido altamente conocido.
Sin embargo, no se había sabido nada en concreto con relación de los avances que habían hecho en la materia. La nación euro-asiática siempre ha mantenido un gran hermetismo en cuanto sus investigaciones. Especialmente cuando se trata de tecnología, tanto científica como militar.
De la misma forma, Estados Unidos también se ha visto implicado en el tema, de la misma forma que China.
Pero según teóricos, fue Rusia quien realmente empezó la búsqueda después de vivir situaciones militares en los polos Árticos mientras realizaban operaciones y exploraciones secretas en la zona.
Se cree que los científicos rusos descubrieron una serie de señales que podrían ser la respuesta a todas las preguntas que los expertos se han planteado durante décadas.
El capitán Prikhodko, quien era el militar al mando de la misión en el Ártico que se estaba llevando a cabo de forma secreta, dio una serie de declaraciones sorprendentes.
¿Otro secreto de la élite?
Durante la expedición, los cuerpos militares fueron testigos de una serie de sucesos tanto extraños como sorprendentes.
Divisaron objetos extraños que navegaban a una velocidad imposible bajo el hielo. Cómo si estos se tratasen de submarinos, pero con una tecnología claramente más avanzada.
El capitán aseguró que lo que más le sorprendió, es que ni los submarinos más avanzados de la época pueden alcanzar dicha propulsión.
Por ello, asumió que los objetos divisados no podían pertenecer a este mundo. Habían sido construidos con tecnología no humana.
Los hombres a su cargo también aseguraron aquellas cosas eran, sencillamente, imposibles que fueran humanos.
Actualmente, prácticamente nadie el origen real de estos objetos. Tampoco se han hecho más expediciones a los casquetes polares para investigar más. De hecho, muchos ufólogos aseguran que es poco probable que continúen en el sitio si ya «cumplieron» su objetivo. Sin embargo, no deja de ser llamativo que el gobierno ruso no haya dado ninguna declaración pública al respecto.
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