Desde siempre, se ha evidenciado que muchas personas tienen visiones de sus seres queridos durante momentos de vida o muerte.. ¿Por qué sucede esto?
Bruce Greyson, de la Universidad de Virginia, publicó un informe en el 2010 que lleva como título «Visiones de los muertos, sin saber acerca de su muerte» y lo publicó la Asociación Americana de Antropología. En él, explicó diferentes casos.
Las visiones con seres queridos en situaciones de vida o muerte
Para Grayson, estas visiones son prueba de que la conciencia sobrevive a la muerte. Uno de los casos que menciona en el informe, es el de un niño de 9 años llamado Eddie Kumo.
Eddie tuvo 2 días con fiebre alta, al tercero, se despertó de madrugada cuando la temperatura bajó. Cuando vio a sus padres y al doctor, les dijo que había visto a sus familiares muertos.
En estas visiones, también vio a su hermana Teresa de 19 años, la única de la familia que no estaba con ellos. Su padre había hablado con ella hace un par de días y todo estaba bien, al igual que ellos.
Sin embargo, durante el día, recibieron la noticia que su hija había fallecido en un accidente de tránsito en la media noche. Un par de horas antes de que Eddie durmiera por la fiebre alta.
Este caso fue escrito por el médico K. M. Dale y se menciona en el libro «Los Niños del Mundo: la sorprendente verdad acerca de las experiencias cercanas a la muerte de los niños», escrito en 1995 por Brad y Sherry Hansen Staydzherov.
Otro caso es el de una mujer indígena que tuvo un accidente de auto. Mientras agonizaba, le pidió a un hombre que la auxiliaba que, si alguna vez pasaba cerca de la reserva indígena, le dijera a su madre que estaba bien y feliz, porque iba a estar con su padre.
El hombre transmitió el mensaje, enterándose que, una hora antes del accidente, el papá de la mujer había fallecido de un infarto.
La psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross fue quién dijo a conocer la noticia en 1983, en su libro «Por la niñez y del a muerte».
Otros casos recopilados
Un caso mucho más antiguo, nos lleva al siglo XIX. La señora Hicks estaba en su lecho de muerte. Su hijo, Eddie, vivía en Australia.
La mujer sorprendió a todo al tener visiones de su hijo, donde lo vio muy enfermo, que se había caído. Siguió lamentándose hasta que falleció horas más tarde.
Sorprendentemente, los familiares recibieron una carta tiempo después, donde mencionaba que Eddie, efectivamente, se había caído de un caballo y después de luchar por su vida, murió el mismo día que su madre.
Esta historia se encuentra en «Las Actas de la Sociedad para la Investigación Psíquica», e 1899.
Otro caso es el de un niño de 7 años que estaba muriendo de leucemia. Cuando vio a su madre, le comentó que había estado en el cielo y ahí un hombre se le presentó como el antiguo novio de su mamá y que, por desgracia, estaba atrapado en un accidente de auto.
La mujer dijo que jamás había contado de su antiguo novio a su hijo. Más tarde, la madre se enteró que, efectivamente, este hombre falleció el mismo día que su hijo en un accidente.
Este relato fue escrito por el pediatra Melvin Morse, en su libro de 1990 «Más cerca de la Luz: Aprendiendo de las Experiencias Cercanas a la Muerte de Niños».
No deja de sorprender la mente humana y como ésta es capaz de reproducir cosas que, en un ambiente normal, no podría. Esto nos lleva pensar que, quizás, nuestro cerebro sea mucho más fuerte de lo que creemos.
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