El Gran Colisionador de Hadrones se reinició este viernes después de estar inactivo 3 años. Con esta nueva actualización, la cual cuenta con la instalación de potentes imanes adicionales, podrían provocar un incidente nunca antes visto en la historia.
El parón de 3 años del Gran Colisionador de Hadrones tenía como objetivo resolver un problema científico sobre una extraña anomalía que podría señalar la existencia de una quinta fuerza de la naturaleza.
Todos los hallazgos hechos en el pasado, incluyendo el bosón de Higgs, se han ajustado al «modelo estándar»; la teoría rectora de la física de las partículas desde los años 70. Aunque se sabe que este modelo es incompleto, ya que no puede explicar algunas cosas, como la materia oscura.
Sin embargo, este «reinicio» podría traer consecuencias nunca antes vistas, como la creación de un portal a otra dimensión o una catástrofe cósmica.
El Gran Colisionador de Hadrones podría crear portales dimensionales
Expertos han advertido que el Gran Colisionador de Hadrones abrirá un «portal al infierno» como parte de un agenda más siniestra.
Al parecer, la Organización Europea para la Investigación Nuclear, o CERN, espera encontrar otras dimensiones y abrir portales hacia ellas.
Una sección bastante importante del CERN está en Saint-Genis-Pouilly, una comuna en un departamento de Francia. Durante la época romana, esta comuna era conocida como Apollokam, ya que la antigua ciudad y el templo estaban dedicados a Apolo; el ángel del pozo sin fondo mencionado en el Apocalipsis 9:11.
Así, CERN estaría tratando activamente de abrir un portal con el Colisionador de Hadrones a una dimensión siniestra. Y la ubicación que eligieron está, literalmente, en la puerta del pozo sin fondo.
¿La destrucción del Universo?
Si el reinicio del Gran Colisionador de Hadrones pueda o no abrir un portal a otra dimensión, existen otros graves peligros.
Al ser el acelerador de partículas más poderoso del mundo, lo convierte en una amenaza potencial, no solo para su entorno, sino para la Tierra misma. Incluyendo la propia realidad.
El reconocido astrofísico británico, Lord Martin Rees, publicó en el 2018, 3 formas en las que el Colisionador de Hadrones podría provocar un desastre de proporciones cósmicas.
Advirtió sobre la posibilidad de que los experimentos creen un agujero negro que absorbería todo lo que lo rodea.
En dado caso de que esto no ocurra, también es posible que la Tierra se comprima en una «esfera hiperdensa de unos 100 metros de diámetro». Esto sucedería ya que los quarks subatómicos generados, que choca partículas entre sí a velocidades súper altas para estudiar las consecuencias.
Los quarks podrían volver a ensamblarse en partículas con nombres apropiados, actualmente hipotéticos, llamados strangelets, que, al mismo tiempo, transformarían todo a su paso en una nueva forma de materia altamente comprimida. Así, la Tierra no sería más grande que un campo de fútbol.
Y si esto no sucede, existe una tercera vía hacia la destrucción; engullir el espacio mismo. El astrofísico explicó que, contrario a lo que muchos creen, el vacío del espacio no está, valga la redundancia, «vacío».
Este contiene todas las fuerzas y partículas que gobiernan el mundo físico. Por lo que es probable que exista una realidad totalmente inestable.
Es más que claro que todos estos panoramas son hipotéticos, pero que existan, significa que la posibilidad de que suceda está, por lo que es un peligro plausible.
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