A lo largo de estas últimas semanas, el sol ha experimentado una serie de erupciones gigantes bastante importantes que han expulsado plasma a toda velocidad por el espacio
Uno de los eventos más destacados de estas eyecciones de masa coronal (CME, en inglés) fue el sucedido el pasado febrero: una poderosa llamarada solar estalló desde el otro lado del Sol.
Según los expertos, podría clasificarse como llamarada solar de clase X, la más poderosa de todas (y que puede llegar hasta X20, lo que representa un evento de llamarada solar extrema).
Como no estaba mirando hacia la Tierra, no tuvimos ninguna consecuencia directa. Según la ESA, tenemos esta información porque la nave espacial Solar Orbiter se está acercando a la línea Tierra-Sol.
Si llega a golpear la Tierra, habría producido una fuerte tormenta geomagnética.
Están entrando llamaradas sin parar
Lo más reciente es que el Sol desató una gran llamarada solar durante el fin de semana festivo de Pascua, en el mes de abril, provocando apagones de radio y preparando el escenario para más tormentas solares que están por venir.
Pronto llegaremos al máximo solar
Recordemos que se espera que el Sol alcance su “máximo solar” (la etapa más dinámica durante su ciclo de actividad) en 2024, momento en el que producirá más electrones y protones que los habituales..
Terminando con erupciones solares y eyecciones de masa coronal que generarían nubes de plasma que afectarían a la Tierra en forma de tormenta magnética. Es un ciclo que ocurre cada 11 años y que, en este caso, representará el Ciclo Solar 25.
Este ciclo se basa en el campo magnético del Sol; así, cada 11 años, sus polos magnéticos norte y sur cambian de lugar (durante el mínimo solar, el campo magnético del Sol es mucho más débil).
Durante el momento de “máximo solar”, se pueden producir tormentas solares extremas, empezando con una explosión o llamarada solar en el dosel magnético de una mancha solar.
Cuando esto sucede, los rayos X y la radiación ultravioleta en grado extremo llegan a la Tierra a la velocidad de la luz, ionizando las capas más altas de la atmósfera y provocando errores de navegación GPS y apagones de radio a su paso.
Las partículas energéticas que acontecen justo después, no nos deparan ningún escenario halagüeño, ya que pueden electrificar satélites y dañar los componentes electrónicos de los dispositivos.
Por si esto fuera poco, la eyección de masa coronal, que se presenta con nubes de mil millones de toneladas de plasma magnetizado, podría conducir a algo que muchos temen:
Apagones generalizados en todo el mundo, dejando completamente inutilizado cualquier dispositivo que esté enchufado a la corriente.
No estamos preparados para un “apocalipsis de Internet” en un mundo permanentemente conectado
Sin ir más lejos, una tormenta geomagnética leve derribó, hace unas semanas, 40 satélites Starlink de la compañía SpaceX de Elon Musk, recién lanzados desde la órbita terrestre baja.
Todos estos eventos forman parte de la actividad normal del Sol, por lo que es crucial que los astrónomos vigilen de cerca la estrella para tener suficientes advertencias con tiempo de prepararnos.
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