A pesar de que han intentado mantenerlo en secreto, se filtrado que la ingeniería genética busca revertir el envejecimiento, llegar a la inmortalidad. Mientras los experimentos en animales continúan, ya existen expertos que se ofrecen para probar la terapia en sí mismos. El objetivo a corto plazo es sencillo: que las personas vivan hasta los 130 años con un cuerpo joven de 22.
La inmortalidad es algo que la humanidad ha buscado desde tiempos remotos; los antiguos alquimistas realizaron procesos enfocados solo en ello y, con el avance de la tecnología actual, se continúa estudiando.
Por ello, científicos han buscan conseguir que las personas vivan hasta 130 años, pero manteniendo un cuerpo joven.
En busca de la inmortalidad
George Church, un experto en biología sintética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, inició un «startup» denominada Rejuvenate Bio, para rejuvenecer perros a través de terapia genética.
A pesar de que, por el momento, los experimentos solo son aplicados en animales, el experto adelantó que piensa emplearlo en sí mismo. De esta forma, ocupará el lugar como el primer voluntario, cuando la iniciativa comience a experimentarse en seres humanos.
Así lo dio a conocer en el portal MIT Technology Review. También dio a conocer su objetivo final: Obtener el cuerpo y la mente de joven de 22 años y la experiencia de un hombre de 130 años. El primer paso en busca de la inmortalidad.
El Mando de Operaciones Especiales de Estados Unidos, no solo está interesado en dicha investigación. También otorgó a Rejuvenate Bio una subvención para investigar el «mejoramiento» de la constitución física de los perros.
La iniciativa se basa en investigaciones previas, hechas en organismos simples como moscas y gusanos. Estos dieron como resultado duplicar su tiempo de vida. También asegura que puede hacer a los animales «más jóvenes» al añadir instrucciones a su ADN.
«Ya hemos hecho un montón de pruebas en ratones y ahora las estamos haciendo en perros, luego vamos a pasar a los humanos».
Un experimento secreto
La empresa busca mantener sus actividades fuera del alcance de los medios de comunicación. Por ello no se sabe exactamente cuántos perros han sido usados como experimento.
En un documento proporcionado por West Coast Veterinary, en junio del 2017, Rejivenate Bio precisó que su terapia genética había sido probada en sabuesos. Esto con ayuda de la Escuela Veterinaria de la Universidad de Tufts, de Boston.
A pesar de que toda la información sigue en secreto, MIT Technology Review construyó una imagen de la iniciativa de prolongación de vida. Basándose principalmente en los pocos documentos públicos, la solicitud de patente de Harvard, entrevista a inversores y comentarios de los fundadores.
Rejuvenate Bio no ha revelado que cosa implica la terapia que usan. Pero se cree que se trata de un tratamiento que Noah Davidsohn, otro fundador del startup, experimentó en ratones para prevenir daños cardíacos. Ese estudio se basó en el uso de la terapia genética para bloquear una proteína conocida como «factor de crecimiento transformante beta 1». La cual es crucial en procesos de deterioro del corazón.
La terapia genética funciona mediante la inserción de instrucciones de ADN en virus, los cuales se implantan en las células de los animales.
La búsqueda de la inmortalidad sigue su curso y parece que este proyecto podría ir en la dirección correcta. Sólo queda esperar cuando empiece a usarse en seres humanos.
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