Tres aviones comerciales de Aerolíneas Argentinas registraron objetos voladores no identificados, un hecho que quedó registrado en video y en audio con la conversación de los pilotos..
El hecho tuvo lugar el viernes 9 de septiembre entre las 23 y 23.30 horas, cuando dos aviones de pasajeros confirmaron que tuvieron contacto con luces extrañas a la altura de la localidad de Choele Choel, Río Negro.
Se trata de los vuelos Boeing 737-76N matrícula LV-CAD que cubría el servicio ARG1932 y un Boeing 737-8SH matrícula LV-GGK que cumplía el vuelo regular ARG1928 que iba en dirección a Bariloche.
En sentido contrario, rumbo a Ezeiza (Buenos Aires), volaba a 33.000 pies el ARG1679, un Boeing 737-887 matricula LV-GVC, según informó el investigador y ufólogo Marco Bustamante.
De acuerdo a las comunicaciones recuperadas por radioaficionados, que se dedican a interceptar las conversaciones aéreas entre pilotos, esa misma noche se registró una conversación donde los pilotos describieron el movimiento de los objetos como oscilante —subiendo y bajando— y/o aparentemente errático al aparecer y desaparecer sus luces.
También se puede escuchar cómo uno de los comandantes compara lo que está viendo con «el ovni de Polanco», en clara referencia al caso de avistamiento ovni más famoso de la Patagonia argentina: el caso Bariloche.
Su camarada en el otro avión ratificó la información: «Estaba a punto de decir lo mismo».
En el diálogo, agregaron también que los puntos se vieron «un poco debajo de la cruz del sur», por la constelación, y que en momentos pudo visualizarse una tercera luz.
«Estamos hablando de pilotos profesionales y que saben identificar cada cosa que aparece en el firmamento», agregó el investigador, quien también subrayó que por el horario del avistamiento, no puede coincidir con ninguno de los satélites en órbita baja, como aquellos lanzados por Starlink de Elon Musk.
«Esta es una zona increíblemente caliente, un hot spot para la ufología», agrego la ufóloga Andrea Pérez Simondini.
«Estamos sometiendo el caso a procesos de identificación y filtros que necesariamente hay que hacer para descartar primero eventos celestes, vuelos satelitales u otros aviones». «Parece un caso extraordinario», concluyó.
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