La Isla de Pascua lleva maravillando al ser humano moderno desde que fuera descubierta por las imponentes estatuas de piedra llamadas Moái, que invaden a este enigmático y paradisiaco trocito de tierra en medio del Pacífico. Pero los misterios del verdadero origen de los Moái, sigue dando mucho de qué hablar. Y ahora el misterio ha sido descubierto.
Rapa Nui, que es el nombre dado a la Isla de Pascua por sus primeros pobladores, es parte del territorio chileno, aunque la isla está ubicada a casi 4000 kilómetros Santiago de Chile, prácticamente en mitad del Océano Pacífico Sur.
Es uno de los terrenos más alejados y recónditos del planeta Tierra y se sitúa a 1930 kilómetros hacía el oeste de su vecina más cercana, la Isla de Pitcairn.
La Isla de Pascua tiene una extensión de 100 kilómetros cuadrados. Poco territorio para las 887 estatuas Moái que reinan en el paisaje y que están repartidas por toda la isla.
Estudios demostraron que las estatuas, que están hechas de piedra volcánica, fueron construidas entre los siglos XIII y XV. Su apariencia humanoide llama mucho la atención por sus rasgos faciales exagerados.
Hasta hace relativamente poco tiempo se pensaba que las estatuas eran solamente cabezas, pero se descubrió durante unas excavaciones en mayo del 2012 que las estatuas tienen cuerpo. Y son enormes.
La más grande mide 10 metros de altura y pesa 90 toneladas. Están enterradas bajo tierra debido a la erosión y el paso del tiempo. Pero aquí no acaba el misterio, sino que más bien empieza.
Una de las estatuas que se halló estaba incompleta y aún sin sacar de la montaña. Ésta era más grande que ninguna. Medía 21 metros y pesaba alrededor de 300 toneladas.
No obstante, las cabezas de los Moái son visibles desde larga distancia, ya que conforman tres cuartas partes del tamaño completo. Son verdaderos titanes de piedra volcánica.
Los brazos de los cuerpos fueron tallados en reposo, aunque en diferentes posturas, como queriendo decirnos algo.
Las espaldas están repletas de símbolos indescifrables que parecen contar una historia. Historia que hoy no sabemos alcanzar y que representan todo un misterio en pleno siglo XXI.
De todas las estatuas Moái, 834 de las 887 fueron talladas en un tipo de piedra volcánica llamada Toba, que es la ceniza volcánica compactada tras una erupción y la erosión del paso del tiempo.
Todas las estatuas excepto un pequeño grupo de ellas, miran hacia el interior de la isla, dando así la espalda al océano. Parece que simboliza protección, como si fueran centinelas protectores.
Y el pequeño grupo de Moái que miran hacia el océano se pueden encontrar en una zona de la isla llamada Ahu Akivi.
Esta área de la isla era considerado sagrado por los nativos de Rapa Nui. Y además, una de las 887 estatuas es la más misteriosa, quizás porque es totalmente diferente al resto. Ésta, se encontró arrodillada y su semblante era más humano, de hecho, recuerda a un buda.
La piedra de la que se construyeron las estatuas proviene de la isla misma. El lugar de nacimiento de la mayor parte del material es un volcán situado en el noreste de la Isla de Pascua.
El misterio que rodeaba la forma en que la gente de Rapa Nui podía mover las estatuas desafió a los investigadores. Y en la década de los ochenta, algunos de ellos recrearon una estatua.
Comprobaron la posibilidad de crearla y desplazarla sólo con las herramientas que podrían estar disponibles para los aborígenes de Rapa Nui. Y consiguieron recrear una réplica de 10 toneladas.
Este grupo no consiguió desplazarla, pero años más tarde, un equipo de científicos estadounidense, consiguió la hazaña con un sistema de propulsión con cuerdas.
Es posible que se desplazaran de este modo, tirando de cuerdas sujetadas desde ambos lados por personas que la hicieran desplazarse como el equipo de investigadores consiguieron desplazar a 100 metros su réplica.
Y es posible porque, además, la leyenda decía que las estatuas conseguían caminar gracias a la magia. En cierto modo, el equipo hizo caminar a su Moái.
Uno de los últimos estudios realizados determinó que, en pleno apogeo de población de Rapa Nui, llegaron a habitar la isla hasta 17.500 personas.
Esto explicaría cómo pudieron desplazar a tantas estatuas a lo largo de la extensión de tierra. Pero la desaparición de esta civilización, también es todo un misterio.
Nuevas hipótesis señalan que, debido a la explotación de tierra y a la deforestación para poder pasar las estatuas a lo largo y ancho de la isla, pudo crear un cataclismo natural que provocó la pérdida de las cosechas, llevando a la hambruna, la violencia y finalmente al canibalismo.
Otra hipótesis apunta que los responsables de la despoblación de la isla pudieron los colonos, quienes pudieron vender como esclavos a muchos de los aborígenes de Rapa Nui.
O que, al llegar éstos con sus embarcaciones, pudieron traer enfermedades nuevas para las que los nativos no estaban inmunizados.
Los grandes misterios de La Isla de Pascua siguen aún sin desvelarse. Es posible que nuevas investigaciones resuelvan el verdadero misterio de los Moái y quiénes eran realmente. Qué legado quisieron dejarnos y qué mensaje hay por descifrar todavía es un verdadero enigma..
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