En el pasado se ha sugerido que Fobos es un objeto artificial lanzado por una supuesta civilización que habitó Marte en la antigüedad
En 1945, el astrónomo estadounidense Bevan Sharpless detectó una aceleración de Fobos que no se podía explicar como resultado de una perturbación de la tenue atmósfera marciana.
La información no recibió especial atención hasta que fue recogida por el astrofísico soviético Iósif Shklovski, quien en 1959 propuso que el satélite podría ser un objeto hueco y especuló con la idea de que era un satélite artificial lanzado por una civilización alienígena presente antiguamente en el planeta.
La hipótesis de la luna marciana artificial ganó cierta notoriedad. Fue reavivada en 1966 por el mismo Shklovski en el libro Intelligent Life in the Universe escrito con Carl Sagan.
La controversia que lo acompañó condujo a nuevas observaciones astronométricas que confirmaron la medición inicial de Sharpless.
Desde entonces, diferentes sondas enviadas a la órbita marciana han analizado y fotografiado esta luna en varias ocasiones.
Entre ellas, la Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzada en 2003, que recientemente ha recibido una nueva actualización de software para su instrumento Mars Advanced Radar for Subsurface and Ionosphere Sounding (MARSIS) que le ha permitido profundizar en el enigma de Fobos.
«Todavía estamos en una etapa temprana de nuestro análisis», precisó Andrea Cicchetti, miembro del equipo MARSIS del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia, en un comunicado de prensa publicado hace unos días.
«Pero ya hemos visto posibles signos de características previamente desconocidas debajo de la superficie de la luna. Estamos emocionados de ver el papel que MARSIS podría desempeñar para resolver finalmente el misterio que rodea el origen de Fobos».
Origen desconocido
Fobos, junto con Deimos, son las dos lunas de Marte, ominosamente llamadas así por los dioses griegos del miedo y el pánico.
Ninguna, vale la pena señalar, es particularmente parecida a una luna «normal». Ambas son pequeñas —Fobos tiene menos de 17 millas de diámetro— y se parecen más a asteroides grumosos que a una luna esférica como la Tierra.
Estas características extrañas pero fascinantes, junto con sus supuestas composiciones similares a las de los asteroides, han dividido a los astrónomos sobre sus orígenes durante mucho tiempo.
«Si las dos pequeñas lunas de Marte son asteroides capturados o están hechas de material arrancado de Marte durante una colisión es una pregunta abierta», dijo el científico de Mars Express, Colin Wilson.
«Su apariencia sugiere que eran asteroides, pero podría decirse que la forma en que orbitan Marte sugiere lo contrario».
Fobos subterráneo
Ahí es donde entra MARSIS. Con una antena de más de 130 pies de largo, MARSIS es capaz de disparar ondas de radio de baja frecuencia que pueden penetrar profundamente en el núcleo de Fobos.
Si bien muchas de las ondas no logran atravesar la superficie, las que lo hacen rebotan entre las estructuras internas y los límites de diferentes materiales en el interior de la miniluna.
Examinar estos reflejos, capturados en un «radargrama», podría dar a los científicos una mejor imagen de las estructuras del subsuelo de Fobos, así como de su composición general.
Las líneas brillantes en el radargrama indican reflejos superficiales más o menos inocuos, pero los científicos dicen que hay evidencia de «reflejos inferiores» más débiles que podrían ser signos de estructuras subterráneas.
Para llegar al fondo de este misterio, la ESA colaborará con la Agencia Espacial Japonesa para recolectar muestras de la superficie de Fobos en la misión Martian Moon Exploration (MMX), actualmente programada para lanzarse en 2024.
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