El ufólogo puertorriqueño Jorge Martín, ha pasado gran parte de su vida investigando los fenómenos relacionados con los OVNIs en la isla, descubriendo casos realmente intrigantes.
En la década de los 80, algo extraño comenzó a suceder en la Ciudad de Ponce. Los habitantes reportaron una misteriosa vibración subterránea y ruidos fuertes que parecían venir debajo de la Tierra. Jorge Martín se abocó al caso, descubriendo algo muy extraño.
Las autoridades encontraron explicación, posteriormente, la vibración y el ruido se detuvieron. A pesar de que el caso quedó en el olvido, para el investigador fue el suceso que lo hizo introducirse de lleno en la ufología; entrevistando personas e investigando casos similares. Pronto descubriría que este no era el único.
Jorge Martín y los extraños sucesos en Puerto Rico
En el año 2012, el investigador encontró una foto donde se apreciaban misteriosas estructuras bajo la isla.
Estaban al sur de la ciudad de Ponce, extendiéndose al este de la isla de Vieques, Puerto Rico. Una de ellas era una línea demasiado recta y plana, como una estructura cuadrada.
Jorge Martín pensó en un principio que se trataba de una base militar estadounidense secreta. Después de todo, estuvieron ocupando mucho tiempo la base naval Roosevelt Roads, en Ceiba, al este de la isla.
Presentó la teoría cuando descubrió que la línea recta se conectaba en un punto a la plataforma continental en dos franjas paralelas. Esto está directamente al sur de Ponce. Martín llamó a estas líneas «túnel submarino».
Por otro lado, el colosal tamaño de las estructuras y su gran profundidad, haría muy difícil la supervivencia de los trabajadores de la base. Sumado a que sería casi imposible construir tan gigantesco complejo a kilómetros de profundidad. A menos que se tuviera una tecnología muy avanzada.
También descubrió que las estructuras eran extremadamente antiguas. Al punto de que podrían haberse originado en la última Edad de Hielo.
Jorge Martín, entonces, asoció la vibración y el misterioso ruido que los habitantes de Ponce escucharon en los 80 a esta base. «Alguien» había usado el túnel para conectar las estructuras a la plataforma y, probablemente, debajo de la ciudad había otra base que también se conectaba.
Declaraciones sobre OVNIs y extraterrestres
Según las personas entrevistadas, el ruido se escuchó como si estuvieran perforando la tierra en algún lugar muy profundo. Como grandes excavadoras y maquinaria similar.
Durante la investigación, encontró fotografías de OVNIs, lo cual apoyó la teoría de la existencia de bases subterráneas en algún lugar bajo la isla de Vieques. Las imágenes las captó la cámara del astronauta Story Musgrave, durante la misión STS-80 de la NASA en 1996.
Entrevistó a los residentes de Vieques, preguntándoles se habían visto algo extraño. Muchos testigos aseguraron haber visto sucesos extraños relacionados con extraterrestres.
Un pescador de nombre Carlos Ventura, le dijo a Jorge Martín que creía que había un lugar inusual bajo el agua, en el cañón submarino de Vieques. Otro pescador llamado Alicio Ayala, declaró prácticamente lo mismo, mencionando la presencia de OVNIs en el lugar.
Sucesos similares fueron descritos en El Yunque, Isla Grande. Los residentes también aseguraron que, a menudo, veían criaturas misteriosas emergiendo o adentrándose al mar.
Uno de los casos más impactantes en los que participó Jorge Martín, sucedió en 1970, en la cima del Cero Las Tetas. Una noche, el pescador José Chino Zaya y su amigo, pescaban en las cercanías, cuando se toparon con cuevas muy profundas. Se adentraron en ella, solo para salir despavoridos instantes después, cuando se toparon con un grupo de pequeñas criaturas humanoides.
El humanoide muerto
Zaya declaró, incluso, que una de las criaturas lo tomó de la pierna, él lo golpeó con un palo en la cabeza con fuerza. Inmediatamente, el humanoide cayó muerto. Los pescadores huyeron, llevándose el cuerpo consigo.
Una vez en casa, el hombre puso a la criatura dentro de un frasco y lo llenó de formaldehído. Después, se vio obligado a denunciar el incidente a la policía local en Las Ochenta, cerca de Salinas.
El oficial Osvaldo Santiago visitó a Zaya y examinó a la criatura. El pescador estaba tan asustado que le pidió al policía que se llevara a la criatura ya que temía que las otras fueran a buscarlo.
Pronto, todo el distrito supo sobre el suceso. Se cree que, tiempo después, un empresario anónimo le mostró el frasco con los restos de la criatura al profesor Calixto Pérez, de la Universidad de Puerto Rico para que lo examinara.
El profesor declaró que era «algo extraterrestre». Su cráneo era muy grande para el cuerpo pequeño y flaco. Los ojos también eran muy grande. La criatura apenas medías 30 centímetros de largo.
Jorge Martín pudo tomar una foto de la criatura muerta y anotó todo detalle sobre el encuentro con ella. Una foto de la criatura apareció en la revista Magazin 2000, sin embargo, desde entonces, no se ha sabido más sobre el tema.
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