Aunque parezca casi imposible imaginarlo, si la humanidad tuviese un encuentro o contacto alienígena global, sería probablemente una experiencia positiva y no negativa, según una reciente investigación publicada en la revista Frontiers in Psichology.
Cuando Orson Welles emitió en 1938 su adaptación de La guerra de los mundos, de H.G. Wells, no se esperaba que causaría tamaño revuelo. La supuesta noticia de un contacto (hostil) con una raza extraterrestre supuso un duro golpe para la tranquilidad de los habitantes de este pequeño planeta.
Las comisarías de Nueva York se colapsaron con ciudadanos aterrorizados y confundidos por la emisión de radio. ¿Pasaría lo mismo si se repitiese un programa similar?
¿Cómo reaccionaríamos ante la posibilidad de encontrar vida extraterrestre? Nunca hemos estado tan cerca de descubrir que no estamos solos. ¿Qué consecuencias tendría un hipotético hallazgo en nuestra sociedad?
En «Independence Day», cientos de personas se reúnen bajo las enormes naves nodrizas alienígenas para darles una cálida y estúpida bienvenida que acaba con un desastroso color azul. Y lo más curioso es que probablemente es una estampa bastante realista de nuestra actitud hacia el posible contacto con extraterrestres.
No nos referimos a la posibilidad de que una raza tecnológicamente superior venga a conquistarnos, algo que es más materia de ciencia ficción. Hablamos de cómo reaccionaríamos. Desde el pánico ocasionado por Welles hasta la docilidad cruel, vista en la película, hay un espectro enorme de posibilidades.
Un reciente estudio realizado por Michael Varnum, profesor de Psicología de la Universidad Estatal de Arizona, analiza esta inusual situación. La investigación, publicada en Frontiers in Psychology, trata de diseccionar la reacción que tendría la gente al recibir la noticia de que hemos sido capaces de detectar vida extraterrestre.
«Si nos encontráramos cara a cara con la vida fuera de la Tierra, en realidad seríamos muy optimistas al respecto», explica Varnum.
«Siempre ha habido mucha especulación sobre cómo responderíamos a este tipo de noticias, pero hasta ahora no se ha realizado casi ninguna investigación empírica sistemática», apunta.
Para llevar a cabo su estudio piloto, el investigador analizó el lenguaje usado en noticias de periódicos y otras publicaciones donde se hablaba de potenciales descubrimientos de vida extraterrestre.
Entre ellos están el hallazgo en 1996 de posibles restos fosilizados de microbios marcianos, la inquietante estructura de la «Estrella de Tabby», que tanto ha dado que hablar, o el descubrimiento de cientos de nuevos exoplanetas.
Para hacerlo, este investigador ha usado un software especializado que es capaz de encontrar patrones emocionales y sentimientos propios de los estados psicológicos del escritor. Estos programas usan complejos algoritmos de machine learning para poder llevar a cabo esta difícil tarea.
El resultado del análisis muestra que los textos tienen un carácter más positivo que negativo, mostrando expresiones y palabras que van en ese sentido.
Para poder afianzar más sus resultados, el equipo realizó un estudio separado en el que pidió a más de 500 participantes diferentes que describieran sus propias reacciones y la respuesta hipotética de la humanidad ante el anuncio de que se hubiera descubierto la vida microbiana extraterrestre.
Las respuestas de los participantes fueron en la misma línea que las noticias: significativamente (una palabra que en ciencia indica análisis estadístico) más emociones positivas que negativas, tanto al hablar de sus propias reacciones como las de la humanidad en su conjunto.
En un tercer estudio, el grupo de Varnum analizó a otras 500 personas, preguntándoles sobre noticias pasadas de descubrimientos científicos. Entre ellas se encontraban el descubrimiento de vida microbiana extraterrestre y el desarrollo de organismos sintéticos. Como esperaban, las noticias sobre vida extraterrestre fueron recibidas con una actitud muy positiva.
Sin embargo, lo más sorprendente es que se valoraron mejor que las noticias sobre biología sintética, es decir, sobre vida creada en el laboratorio. Este hallazgo por sí solo no dice nada.
Pero en conjunto, esta pieza parece bastante interesante ya que nos ayuda a entender mejor el cuadro completo uniendo sus conclusiones a las obtenidas en el resto de investigaciones de Varnum, que presenta hoy los trabajos en el congreso de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia.
Los resultados del último estudio analizan además la cobertura reciente de los medios sobre la posibilidad de que el asteroide interestelar ‘Oumuamua sea en realidad una nave espacial.
Aquí también el equipo encontró evidencia de más emociones positivas que negativas, lo que sugiere que también podemos reaccionar mucho mejor de lo que pensamos a la hipotética noticia sobre la existencia de seres inteligentes en otras partes del universo.
«En conjunto, todo esto sugiere que si descubrimos que no estamos solos, tomaremos las noticias bastante bien», comenta Varnum. Y es que parece que la reacción a la noticia de Welles fue un poco excesiva.
Probablemente esto se deba no al imaginario contacto con vida extraterrestre, sino, más bien, a la «pequeña» cuestión de los rayos de calor y las nubes venenosas a los que hacía referencia La guerra de los mundos.
A pesar de las deleznables muestras de xenofobia y otras manifestaciones de rechazo, lo cierto es que los seres humanos, como otros primates, tendemos a ser bastante tolerantes con otros seres vivos..
Incluso entusiastas. Lo que tal vez explique la satisfacción que nos generaría el saber, al fin, que no estamos solos en el universo.. ¿Qué opinas? Déjanos tu comentario más abajo!
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