The Economist ha iniciado una intrigante cuenta regresiva hacia el año 2025 que ha captado la atención mundial..
Este año, han optado por mostrar una enigmática portada con una cuenta regresiva, evocando comparaciones con prácticas de teorías de la conspiración, como las promovidas por grupos de extrema derecha en los Estados Unidos.
Estas teorías sugieren la existencia de una conspiración del «Estado profundo» contra Donald Trump, involucrando a prominentes figuras de Hollywood, políticos demócratas y oficiales de alto rango en actividades ilícitas, y posicionan a Trump como su enemigo.
La actual portada, aún en desarrollo, presenta al Capitolio con una figura en forma de llama flotante, posiblemente insinuando emociones intensas en el Congreso o recordando eventos pasados como la incursión en el Capitolio en 2021.
Junto a esto, un cuadrado negro podría simbolizar tanto una referencia artística al suprematismo de Kazimir Malevich como un presagio de oscuridad futura.
Intrigantemente, se vislumbran misiles de defensa aérea de los años 60 y objetos celestiales que podrían representar cuerpos celestes o incluso entidades alienígenas, sugiriendo especulaciones sobre el armamento o fenómenos extradimensionales.
En la base de la imagen, un robot destaca la importancia potencial de la inteligencia artificial, posiblemente relacionándose con figuras como Elon Musk y su influencia en un futuro político y tecnológico.
Este escenario se desarrolla en un contexto mundial tenso, donde se espera que nuevos líderes provoquen cambios significativos en 2025, afectando la seguridad global y temas críticos como el comercio y la política climática.
Adicionalmente, recientes desarrollos en el conflicto de Ucrania, con Estados Unidos permitiendo a Kiev el uso de misiles de largo alcance para atacar en Rusia, han suscitado reacciones intensas de Moscú, acusando a la administración de Biden de escalar el conflicto.
La respuesta del presidente ucraniano Zelenski subraya la complejidad de la situación, con implicaciones profundas para el futuro del conflicto y la participación de EE.UU.
La revelación completa de la portada de The Economist se espera el 21 de noviembre, momento en el que podría aclararse el significado de estos elementos o quizás sumergir al mundo en un enigma mayor.
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